Día Mundial de la Prevención del Suicidio: claves para detectar señales de alerta

En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el doctor Carlos Bromley, médico psiquiatra, abordó en el programa Encendidos de RPP la relevancia de tratar este delicado tema, sosteniendo que el suicidio es prevenible a través de estrategias de atención y seguimiento.

"El suicidio es totalmente prevenible. Si hacemos seguimiento a las personas diagnosticadas con depresión y a quienes han intentado suicidarse, sumamos esfuerzos significativos en la prevención", explicó.

Además, resaltó que la depresión debe ser vista como una enfermedad y no como un estado de ánimo pasajero. "Tampoco es un problema de la voluntad, no es que uno quiera estar con depresión, es un problema del estado de ánimo".

Signos o síntomas de una depresión

Las personas afectadas, según Bromley, experimentan diversos síntomas que requieren un tratamiento especializado para superarlos.

"Uno se siente triste, afligido, apático o con poca vitalidad para hacer las cosas. También hay trastornos del sueño, trastornos del apetito o aislamiento social. La persona no puede por sí misma resolver estos problemas porque forman parte de los signos de la depresión, por ello requieren un tratamiento especializado", explicó.

El médico también alertó sobre la importancia de detectar cambios en el comportamiento de las personas de nuestro entorno. "Si notamos que alguien cambia su patrón habitual de conducta, es momento de acercarse y entablar una conversación amigable para entender lo que sucede", recomendó.

La situación de niños y adolescentes

Bromley subrayó que la depresión no solo afecta a los adultos, también repercute sobre niños y adolescentes. Aseguró que en el Perú hay casos de menores de 7 y 8 años han llegado a quitarse la vida por falta de atención. En ese sentido, enumeró cuatro puntos a tener en cuenta.

"Un padre debe atender cuatro características normales de sus hijos: sueño, apetito, rendimiento académico y actividad familiar y social. Si se encuentra alguna alteración en el patrón de comportamiento de sus hijos referente a estas cuatro características, es que algo está pasando o podría estar deprimido", comentó.

Por otro lado, explicó que existen factores que pueden desencadenar problemas emocionales en los menores.

"Hay varios factores, en especial, hay que prestarle atención a la muerte de un familiar o una mascota, muchos niños no pueden sobrellevar la muerte de alguien muy querido en la familia, como sí lo puede hacer un adulto. El acoso escolar o bullying también está presente en casos de depresión y suicido. La discriminación, la violencia familiar, los problemas económicos también desencadenan estas situaciones".

Salud mental en Perú: avances y retos

El especialista mencionó que, si bien la situación de la salud mental en está mejorando progresivamente en el país, los resultados se ven de manera muy lenta. Además de la creación de más Centros de Salud Mental Comunitaria, dijo que se debe trabajar en los colegios para abordar estos temas.

"No solo falta una presencia más activa de los psicólogos, sino de todo un paquete de prevención de la salud mental. En lo particular, creo que deben haber cursos de salud mental en los colegios para enseñarle a los alumnos diferentes habilidades socioemocionales que los preparen para la vida. El objetivo es que sean competentes y se desenvuelvan de manera armónica con objetivos, metas y, sobre todo, con felicidad", explicó.

Hombres son más propensos a consumar el acto del suicidio

Horas más tarde, en el programa La Rotativa del Aire, Miguel Vallejos Flores, decano del Colegio de Psicólogos del Perú, enfatizó la necesidad de normalizar la atención de la salud mental en el país.

"Todavía no normalizamos la atención de la salud mental en el Perú, nos cuenta aceptar que podemos tener problemas como la depresión, la ansiedad, la impulsividad o algún trastorno de la personalidad que pueda llevarnos a tener la ayuda de un especialista", agregó.

Sobre las cifras de suicidio en el Perú, Vallejos informó que los más afectados son los jóvenes entre 18 y 29 años, siendo los varones quienes más concretan el acto, aunque las mujeres representan el 70% de los intentos.