Los padres, apoderados o responsables de la crianza de los menores deben entender que la violencia no es un método para impartir educación, quienes, al negar su propio dolor, perpetúan la violencia como un acto natural.
Las personas que tienen a su cuidado a niñas, niños y adolescentes tienen la responsabilidad de protegerlos respetando sus derechos y satisfaciendo sus necesidades legítimas a lo contrario de maltratar, castigar, humillar con golpes, nalgadas, amenazas, gritos, regaños o críticas.
Esto es un gran desafío. Algunas personas que en su infancia recibieron una crianza basada en el miedo o en el abuso de la fuerza pueden creer que éste es el único camino, pero ¡no lo es! Las madres, padres y personas cuidadoras tienen el enorme reto de dejar atrás los métodos violentos y autoritarios, que generan un impacto negativo en el desarrollo de la niñez, para dar paso al buen trato.
Respecto a ello, la coach y especialista en Crianza Consciente Angela Chami nos brinda 4 pautas para tener en cuenta en la crianza respetuosa y consciente:
1. Armonía y amor:
Para que los niños, quienes son seres que están en proceso de formación. Ellos necesitan amor, respeto, paciencia, entendimiento, y compasión de parte de las personas que están a su cuidado y alrededor de ellos.
2. Ningún tipo de violencia es justificable:
Los responsables de la crianza de los menores, deben tener en cuenta que no solo los golpes lastiman, sino también las miradas y los gritos, por ello es importante regular y evitar estos comportamientos. Lo que busca la crianza respetuosa y consciente, es evitar adultos que tengan que sanar heridas de su niñez.
3. La violencia no es educación:
Los padres, apoderados o responsables de la crianza de los menores deben entender que la violencia no es un método para impartir educación, quienes, al negar su propio dolor, perpetúan la violencia como un acto natural.
4. Desde la conciencia y el respeto:
Los niños tratados con el amor y respeto que se merecen, amaran la vida, obtendrán bienestar y buscarán el bien de otros y de la sociedad.
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