¿Qué ha pasado con la cobertura de inmunización infantil tras la pandemia?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) acaban de publicar el informe de cobertura de inmunización 2023, el conjunto de datos más grande del mundo sobre las tendencias de inmunización para la vacunación contra 14 enfermedades. 

Según los últimos datos publicados por estas organizaciones, las tasas de vacunación infantil en todo el mundo aún no se recuperan tras la pandemia de la COVID-19. "Antes de la pandemia, en el año 2019, en promedio el 86 % de los niños en el mundo había recibido la vacuna triple que protege contra paperas, sarampión y rubéola. Para el año 2022 bajó a 84 %, para el 2023 también estuvo en 84 %. O sea el mundo no se ha recuperado de los niveles pre pandemia", informó el doctor Elmer Huerta, consultor médico de RPP. 

En el caso de Perú -según datos del año pasado- casi un 83 % de niños y niñas recibió la vacuna triple, lo que también significa un estancamiento en la cobertura de inmunización. 

El informe de la OMS y UNICEF también revela la baja tasa de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) en menores de edad a nivel mundial. "En países industrializados, solamente un 54 % de niños y niñas que están aptos la ha recibido en promedio. Y en los países pobres solamente llega al 23 %. Entonces hace falta muchísimo trabajo para que volvamos a los niveles prepandemia", indica el especialista.  

Tras darse a conocer estos datos, el doctor Elmer Huerta pidió a los padres de familia identificar las vacunas pendientes de sus hijos (de acuerdo al esquema regular) y acudir al punto de vacunación más cercano. Agregó que las vacunas son gratuitas a nivel nacional y son muy efectivas. 

El consultor médico de RPP precisó que Perú llegó a ser "un campeón" en las coberturas de vacunación en los años ochenta y noventa a nivel latinoamericano; sin embargo, la situación cambió en los últimos años a raíz de los movimientos antivacunas, la desidia de los padres, la baja cobertura del programa nacional de vacunación, entre otros factores.

Recordó, además, que los movimientos antivacunas resurgieron con mayor fuerza a raíz de la pandemia de la COVID-19, donde incitaban el rechazo a las vacunas que se iban desarrollando para proteger de la enfermedad. "Los antivacunas predican un mundo natural en el que es mejor que el niño se infecte para que tenga su defensa natural y no entienden que nuestros niños con anemia o desnutrición pueden caer víctimas y morir por estas enfermedades prevenibles con vacuna", señaló.