Los bebés y menores de edad deben acudir a los centros de vacunación sin ningún malestar y deben estar sanos para evitar posibles complicaciones tras recibir la inoculación.
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Tener una especial atención al calendario de vacunación de los bebés y menores de edad es esencial para protegerlos de enfermedades graves como difteria, tétano, poliomielitis y tuberculosis, pero eso no significa que la inoculación no traiga consigo dolores y molestias a los pequeños de casa, por lo que es importante contar con los cuidados previos a la aplicación, no solo de parte del profesional de salud sino también de mamá, papá o tutor.
“Es importante mencionar que los bebés, así como los niños y niñas, deben acudir a los centros de vacunación sin ningún malestar, deben estar sanos para evitar posibles complicaciones tras recibir la inyección. Los efectos secundarios que habitualmente se presentan tras la aplicación son dolor e irritabilidad, enrojecimiento y entumecimiento en la zona de punción, malestar general y fiebre (dependiendo de la vacuna no suele superar los 37.5°c). Además, es importante romper el mito que señala que existen diferencias entre las vacunas del Ministerio de Salud (MINSA) y las que se administran en las clínicas privadas, en ambos casos son seguras, de calidad e incluso de la misma marca”, explica la licenciada Jocelyn Chávez, docente de la carrera de Enfermería Técnica del Instituto Carrión.
RECOMENDACIONES
Por ello, la especialista menciona que, si recientemente se ha pasado el proceso de vacunación, es imprescindible tener en cuenta estas cinco recomendaciones básicas para saber cómo actuar tras la inmunización realizada:
Hidratación con líquidos naturales: En caso se tratase de que el lactante presente dolor o irritabilidad, es necesario brindarle leche materna, debido a que a través de ella, más el contacto directo con la mamá, el alivio de la succión le dará tranquilidad y aminorará el malestar de la punción. En caso de niños y niñas, es aconsejable brindarles bebidas naturales para reducir el dolor muscular.
Medicación post vacunación: Consultar con el profesional de la salud sobre qué medicamento podría ser administrado en caso las molestias y el dolor no cesen con el pasar de las horas. Asimismo, en caso de bebés es necesario preguntar cuántas gotas de paracetamol líquido pueden ser administradas, según su peso.
Evitar frotar la zona de punción: Se suele colocar una torunda de algodón después de la inoculación, es importante recalcar que solo se debe hacer una ligera presión durante un lapso de cinco minutos como máximo. Se debe evitar frotar la zona de punción porque podría traer consecuencias como inflamación y entumecimiento del brazo.
Utilizar compresas frías: Lo recomendable en caso de enrojecimiento, inflamación o dolor es colocar paños fríos en la zona de la inyección, asegurando que la compresa esté limpia. Después de pocos días, se puede probar una compresa tibia para relajar los músculos. Se aconseja evitar el uso de cremas, pomadas y papa pelada (antes se usaba porque podía desinflamar la zona, sin embargo, ahora ya no se emplea, debido a que la zona de punción es una puerta de entrada a infecciones).
Continuar con su alimentación habitual: Es importante recalcar que se debe seguir con la alimentación diaria sin alterar algún alimento, a no ser que el menor o la menor se encuentre mal y requiera omitir algunas comidas.
“No hay un número exacto de días para conocer cuánto tiempo se puede sentir malestar general, sin embargo, generalmente son desde el día uno hasta el día tres. Como también sucede en otros casos que no se manifiesta dolor alguno, ya que también influye la técnica en la aplicación de la inyección, la temperatura de la vacuna y/o medicamento, distracción del paciente o por último el nivel de umbral al dolor en cada persona”, agregó la especialista del Instituto Carrión.
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