A propósito de las calificaciones del SERUMS: ¿qué método se podría usar para mejorar los conocimientos de los alumnos de medicina?

Por los recientes resultados que se han dado a conocer respecto a las notas de los exámenes rendidos por profesionales de la salud, se puede concluir en parte que la educación médica en el Perú no es de la mejor calidad. Que un 69 % de los postulantes que rindió la evaluación para el ingreso al Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (SERUMS) obtuviera una nota menor a 10.5 no es bueno y nos advierte que algo está pasando en la educación de la salud en nuestro país. 

Por otro lado, sabiendo que Perú es un país en desarrollo con múltiples desigualdades en el campo de la salud, es justo preguntarnos también si estamos formando el tipo de médicos que nuestro país necesita. 

Entonces, combinando esas dos realidades (la aparente deficiencia en la formación de los médicos y el cuestionamiento al tipo de médicos que se forman en el Perú) es posible que la historia nos pueda ser de ayuda. Para ello hay que remontarnos al siglo pasado donde Estados Unidos, que ahora tiene una de las educaciones médicas más envidiadas del mundo y la calidad de los médicos que la practican es de alto nivel, estuvo en la misma encrucijada que nuestro país. 

En esa época, de acuerdo a las autoridades de la salud, la formación médica en Estados Unidos estaba en manos de las universidades privadas, las cuales solo veían el lucro y no la educación de sus alumnos. La educación médica en Estados Unidos en 1900 estaba realmente en pésimas condiciones. 

Así pues, al igual que ahora, algunas personas comenzaron a preocuparse por esa situación y dos instituciones fueron las que tomaron la égida: la Asociación Médica de Estados Unidos y la Fundación Carnegie. Ambas alertaron que algo malo estaba pasando con la educación médica en EE.UU. y decidieron contratar a un educador, que no era profesional de la salud, para que haga una evaluación exhaustiva sobre la educación de los estudiantes de medicina de ese país. La persona elegida para realizar esa tarea fue Abraham Flexner.

El señor Flexner viajó y visitó cada una de las más de 150 escuelas de medicina que había en esa época en Estados Unidos. Luego elaboró un informe con sus hallazgos, el cual fue publicado en 1910. Este documento, conocido como el "Informe Flexner", está acreditado como el motor del cambio de la educación médica en el país.

El educador Abraham Flexner estableció una serie de parámetros para evaluar la educación, los laboratorios, etc. de las escuelas de medicina de Estados Unidos. Los datos recogidos le sirvieron para realizar su informe y dividir en 3 grupos a las escuelas evaluadas. En el primer grupo se encontraban las escuelas de medicina que estaban bien o podían mejorar; en el segundo grupo, las que necesitan mucha inyección de dinero y expertos para que mejoren; y en el tercero grupo, las que debían cerrarse por no cumplir con los parámetros. 

Luego de darse a conocer los hallazgos del "Informe Flexner", las autoridades de Estados Unidos decidieron cerrar las escuelas de medicina que se encontraban en el tercer grupo y que no estaban dando una educación médica adecuada. Allí empezó todo el cambio. 

Actualmente el Perú está atravesando una situación en la que se cuestiona la calidad de la educación que reciben los estudiantes de medicina y en la que se trata de definir el tipo de médicos que necesita el país. Por ello -dice el doctor Elmer Huerta- en este momento se requiere de alguien o una comisión que empiece a estudiar este asunto con mucha seriedad y elabore un equivalente al reporte Flexner de 1910 para el Perú.