por Redacción RPP
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Por Dra. Ana Ramos, médica internista. Un aspecto positivo de esta pandemia es la telemedicina, la cual facilita el acceso a los servicios de salud a distancia en seguimiento de casos oncológicos.
Por Dra. Ana Ramos, médica internitas y directora médica de Pacífico Salud EPS.
En la actualidad, la pandemia del COVID-19 se va alejando y lo que ahora viene son las reflexiones de cómo afectó en todos los aspectos de nuestras vidas, y principalmente, en el cuidado de nuestra salud.
Es indudable que consecuente a la necesaria inmovilización social, tuvimos un acceso limitado a los servicios de salud, con el cierre de los establecimientos de atención primaria, de consultas ambulatorias preventivas/recuperativas y a la atención exclusiva de cirugías para los casos de emergencia.
Si bien se identificó la condición de vulnerabilidad de las personas frente al COVID-19 y se buscó cumplir las recomendaciones internacionales brindadas por la la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el Ministerio de Salud (MINSA) para el caso del cáncer; fue mayor la inaccesibilidad a las pruebas de detección, de diagnóstico, tratamiento y cuidados complementarios de alta especialización que exige este tipo de enfermedades.
Datos del Ministerio de Salud muestran que en la pandemia se incrementó en 33% las defunciones por cáncer en general, con una disminución del 17% de acceso a las atenciones, y un inicio más tardío de tratamiento que condujo a diagnosticar enfermos en estadios más avanzados. Adicional a esto, las restricciones a la movilidad, aforos y distanciamiento social hizo que los controles sean menos frecuentes y el acompañamiento de la familia al paciente con restricción aún, causando un gran temor de contagio por acudir a los establecimientos de salud.
De las reflexiones debemos pasar a las acciones, hoy nos queda recuperar el tiempo perdido y trabajar en forma coordinada y permanente en informar a la población de la necesidad de autogestionar su salud e incentivar a una actitud proactiva de las mujeres, sobre todo a las de alto riesgo, para que acudan a realizar su chequeo preventivo sobre todo en quienes reúnen factores de riesgo: mayores de 50 años, familiares directos con antecedentes de cáncer, sobrepeso, inactividad física, entre otros. La práctica del autoexamen de mama sigue siendo válido para poblaciones como la nuestra, unido a la toma de una mamografía en mayores de 50 años. Un aspecto positivo de esta pandemia es la telemedicina, la cual facilita el acceso a los servicios de salud a distancia.
Es importante comentar que el cáncer de mama si bien es predominante en las mujeres, también se puede presentar en los hombres. En Estados Unidos por cada 100 casos de mujeres con cáncer de mama hay 1 caso en varones, y generalmente se presenta como un bulto o inflamación en la región mamaria. Como antecedente puede encontrarse familiares directos femeninos con este tipo de cáncer; en estos casos la búsqueda de la atención médica no debe hacerse esperar.
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