Unity anunció que los desarrolladores tendrán que pagar una tarifa cada vez que se instale un juego realizado con su motor. El problema ha unido a usuarios como a las empresas que confían en su tecnología.
Una gran polémica se ha suscitado en la comunidad gamer luego de que la compañía Unity, famosa por su motor gráfico, anunciara la decisión de cobrar a desarrolladores de videojuegos por cada instalación que se realice de títulos creados con su tecnología.
A partir del 1 de enero, a los desarrolladores se les cobrará una tarifa cada vez que alguien instale un juego creado en Unity después de alcanzar ciertos ingresos o umbrales de instalación. La decisión provocó una sorprendente reacción contra la empresa en toda la industria del juego, y algunos sugirieron que afectará duramente a los desarrolladores, editores y distribuidores.
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Las críticas
La compañía dice que a los desarrolladores se les cobrará por las instalaciones después de superar un umbral mínimo de ingresos de los últimos 12 meses y un recuento mínimo de instalaciones de por vida.
Las tarifas exactas variarán según el plan que utilicen. Los suscriptores de Unity Personal y Unity Plus pagarán 0,20 centavos de dólar por instalación después de alcanzar 200 mil dólares en ingresos en los últimos 12 meses y 200 mil instalaciones de por vida. Mientras tanto, después de alcanzar 1 millón de dólares en ingresos en los últimos 12 meses y un millón de instalaciones de por vida, las tarifas de los miembros de Unity Pro comienzan en 0,15 centavos por instalación, mientras que las tarifas de Unity Enterprise comienzan en 0,125 centavos por instalación.
El problema se expande por todos lados. Por ejemplo, los desarrolladores de juegos gratuitos o que fijan precios bajos para vender más serán los más afectados.
Algunos estudios, incluido el desarrollador de Slay the Spire, Mega Crit Games, se han comprometido a trasladar los juegos que han estado creando en Unity durante varios años a otro motor a menos que la compañía dé marcha atrás.
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Cierran sus oficinas
Pero el problema está escalando de gran manera y es que ahora Unity está reportando amenazas de muerte a sus trabajadores, según Bloomberg.
Ante ello, la empresa está cerrando sus oficinas de San Francisco y Austin en Estados Unidos.
"Hoy nos han informado de una amenaza potencial a algunas de nuestras oficinas. Hemos tomado medidas inmediatas y proactivas para garantizar la seguridad de nuestros empleados, que es nuestra principal prioridad", dijo un portavoz de Unity a Engadget. "Cerraremos nuestras oficinas hoy y mañana que podrían ser objetivos potenciales de esta amenaza y cooperaremos plenamente con las autoridades en la investigación".
Se trata del segundo escándalo que involucra a la compañía en el año, que se suma a la serie de despidos masivos que comenzó en 2022, pero tuvo un nuevo episodio en mayo, cuando recortó al 8 % de su planta.
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