Trabajo en USA: Conoce qué es el periodo de gracia y cómo puede usarlo un extranjero si es despedido

Si eres extranjero y deseas trabajar en Estados Unidos de forma legal, es indispensable que debas obtener una visa de trabajo o autorización legal de empleo. Existen diversas visas, como la H-1B para profesionales especializados o la L-1 para transferencias dentro de empresas.

Por otra parte, es fundamental contar con un empleador que patrocine la visa y cumplir con los requisitos establecidos por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés). Pero, ¿qué ocurre si eres despedido de tu empleo? A continuación, conoce cómo la figura del "periodo de gracia" puede ayudarte en estos casos. 

Empleo en EE.UU.: ¿Qué es el periodo de gracia?

En Estados Unidos, el "periodo de gracia" es un tiempo adicional que se concede a los trabajadores extranjeros con visa en caso de ser despedidos o de finalizar su empleo. Generalmente, este periodo es de 60 días y está diseñado para permitir que encuentren un nuevo empleo, realicen los trámites necesarios para cambiar su estatus migratorio, o preparen su salida del país de manera ordenada.

El periodo de gracia aplica principalmente a trabajadores con visas H-1B, L-1, O-1 y E-1, entre otras. Durante este tiempo, el extranjero mantiene un estatus legal aunque no esté empleado, lo que le brinda la oportunidad de buscar un nuevo patrocinador de visa.

Si encuentra un nuevo trabajo dentro de ese plazo, el nuevo empleador deberá presentar una petición ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis) para transferir la visa.

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Visa de trabajo: ¿Qué ocurre después del periodo de gracia?

Si el trabajador no logra obtener un nuevo patrocinador durante el periodo de gracia, tendrá que cambiar a otro estatus legal si es elegible, como el de turista o estudiante, o deberá abandonar el país para evitar quedarse en una situación migratoria irregular, lo que podría afectar futuras solicitudes de visa o estatus legal.

Es importante destacar que el periodo de gracia de 60 días no se otorga más de una vez por cada periodo autorizado de trabajo, y está sujeto a la discreción de las autoridades migratorias, por lo que cumplir con los plazos y requisitos es esencial para evitar problemas migratorios.