La iniciativa plantea no solo reanudar la construcción del muro con México, sino ampliar redadas y contratar más agentes fronterizos.
Donald Trump ha retomado su discurso de línea dura contra la inmigración ilegal. A menos de seis meses de asumir nuevamente la presidencia de Estados Unidos, impulsa junto a aliados en el Congreso una ambiciosa propuesta: relanzar la construcción del muro fronterizo con México, fortalecer las redadas migratorias y contratar más personal para controlar los accesos ilegales.
La propuesta, aún no oficializada como ley, se sustenta en el llamado “One Big Beautiful Wall Act”, una iniciativa previamente planteada en su primer mandato. Ahora, el senador republicano Lindsey Graham ha llevado el plan nuevamente al Senado, con un presupuesto estimado de U$D 66 millones que apunta a endurecer la política migratoria y reforzar la seguridad nacional.
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Un nuevo impulso legislativo desde el Senado
El plan tiene respaldo previo en la Cámara de Representantes y se sustenta en una sólida documentación presentada ante el Congreso. En esta nueva versión, se contempla la construcción y modernización de barreras primarias y secundarias, tanto en zonas terrestres como fluviales, así como el acondicionamiento de terrenos para facilitar operaciones migratorias.
Redadas, más personal y tecnología de vigilancia
Además del muro, la iniciativa prevé la contratación de más personal operativo: agentes de aduanas, patrulleros fronterizos y conductores. Según reportes del diario La Nación, también se busca fortalecer la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), en un intento por ejercer mayor control en los puntos críticos de cruce ilegal.
Las redadas migratorias, ya reactivadas en varias ciudades bajo el mandato de Trump y su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se mantendrían como medida clave para acelerar la deportación de personas que ingresaron sin autorización al país.
La propuesta también prioriza la incorporación de tecnología en las barreras, con sistemas de videovigilancia, sensores de movimiento y dispositivos de iluminación. Esto permitiría detectar cruces no autorizados en tiempo real y facilitar la respuesta inmediata de las autoridades.
Se incluye, además, la habilitación y conservación de nuevas vías para el patrullaje fronterizo, así como la creación de infraestructura adicional que permita operaciones más eficaces y sostenidas en el tiempo.
Aunque el proyecto aún debe superar el debate legislativo, su sola presentación ya ha generado un amplio debate en medios y organismos internacionales, que alertan sobre el posible impacto humanitario de estas medidas. El gobierno de Trump, sin embargo, insiste en que se trata de una respuesta necesaria ante lo que consideran una crisis migratoria sin precedentes.
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Martha Seminario Rubio Periodista
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