Nueva ley en Florida prohíbe el flúor en el agua potable: ¿Qué implica para los residentes?

El estado de Florida da un paso polémico al convertirse en el segundo estado del país en bloquear el uso de flúor en el agua pública. La decisión se oficializó tras la firma de la ley SB 700 por parte del gobernador Ron DeSantis, una normativa conocida como la Ley Agrícola de Florida. Aunque la ley no menciona directamente el “fluoruro”, sí impone límites al uso de ciertos aditivos en el sistema de agua del estado, lo que en la práctica impide su incorporación.

Durante una conferencia de prensa previa a la firma, DeSantis defendió la medida asegurando que se trata de proteger el derecho de las personas a decidir sobre su salud. Afirmó que añadir flúor al agua sin consentimiento constituye una forma de “medicación forzada” y podría implicar riesgos para mujeres embarazadas y niños. En el evento también participaron expertos como el Cirujano General de Florida, Joseph Ladapo, quienes alertaron sobre posibles efectos secundarios. La nueva ley entrará en vigor el próximo 1 de julio.

La razón por la que quitaron el flúor

La aprobación de esta medida generó tensiones en Miami-Dade, donde la alcaldesa Daniella Levine Cava había vetado previamente una prohibición similar. Sin embargo, la comisión del condado anuló el veto con ocho votos a favor y cuatro en contra, decisión que fue celebrada por DeSantis.

Cava criticó la medida por desestimar el respaldo de la comunidad médica, que durante décadas ha defendido la fluoración del agua como una herramienta segura y efectiva para la salud dental. Entidades como la Asociación Dental Estadounidense y la Academia Estadounidense de Pediatría siguen apoyando esta práctica, señalando que puede reducir las caries hasta en un 25%.

Aun así, el impulso detrás de la prohibición parece vinculado a figuras como Robert F. Kennedy Jr., quien ha cuestionado públicamente sus beneficios. La decisión de Florida representa un cambio significativo en su política de salud pública y lo alinea con otros estados que han tomado medidas similares, como Utah, Kentucky y Carolina del Norte.