Miles de niñeras inmigrantes sin papeles sostienen el sistema de cuidado infantil en EE.UU., sin derechos ni protección frente a deportaciones.
Catalina, una joven ciudadana estadounidense de 23 años, trabaja como niñera y cobra un salario justo. Su madre, una inmigrante peruana sin estatus legal, realiza la misma labor desde hace tres décadas, pero en condiciones muy distintas.
Aunque ambas comparten funciones, horarios y experiencia, la diferencia de ingresos es notoria. “A mí me ha ido muy bien porque soy nacida aquí y el pago es muy bueno cuando uno habla español”, contó Catalina a CNN, bajo un nombre ficticio para proteger a su madre.
La historia de Catalina ilustra una realidad que enfrentan miles de trabajadoras inmigrantes indocumentadas en Estados Unidos: Son esenciales para el sistema de cuidado infantil, pero carecen de derechos laborales, beneficios y protecciones básicas.
A pesar de su rol clave, viven bajo la constante amenaza de deportación, especialmente tras el endurecimiento de políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump.
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Una fuerza laboral en la sombra
Según el Centro Nacional para el Derecho de la Mujer, el 20 % de las trabajadoras del cuidado infantil en EE.UU. son inmigrantes. Muchas de ellas, como la madre de Catalina, operan en el sector informal, sin seguro médico ni seguridad social. “Le pagan en efectivo o con cheque, pero beneficios no. Nada”, relató la joven.
A pesar de ello, estas trabajadoras aportan miles de millones de dólares en impuestos cada año, sin posibilidad de acceder a sus beneficios. Wendy Cervantes, del Centro de Derecho y Política Social (CLASP), afirma que estas trabajadoras son “una fuerza laboral invisible”.
Además de sus conocimientos, muchas son bilingües y culturalmente competentes, algo muy valorado por las familias. Sin embargo, la falta de políticas de protección, como los “lugares sensibles”, hace que muchas niñeras teman simplemente salir a trabajar. “Si perdemos a los trabajadores inmigrantes, especialmente a quienes cuidan de nuestros niños, como país vamos a sufrir”, advirtió Cervantes
El impacto de las deportaciones en las familias trabajadoras
La presión migratoria actual impacta no solo a estas trabajadoras, sino también al sistema laboral en general. Catalina teme por el futuro de su madre: “Si algo le pasa, ya me tocaría encargarme de mis hermanos”. En estados con más cooperación entre ICE y autoridades locales, incluso una niñera que deja niños en la escuela podría ser arrestada.
“Es muy feo”, dijo. Mientras las deportaciones continúan, Catalina sueña con construirle una casa a su madre en Perú. Pero ambas saben que, sin mujeres como ella, Estados Unidos enfrentaría una crisis aún mayor en el sistema de cuidado infantil.
Comunidades amazónicas: entre la amenaza criminal y la ausencia del Estado
En la Amazonía peruana, numerosas comunidades indígenas están bajo creciente amenaza debido al avance del narcotráfico, la tala ilegal y la ausencia del Estado. Una de las más afectadas es la comunidad Kakataibo, situada entre Ucayali y Huánuco.
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