En Omaha, ICE llevó a cabo la mayor operación laboral de Nebraska bajo la administración Trump, deteniendo a inmigrantes con documentos supuestamente fraudulentos.
El martes 10 de junio, ICE ejecutó una redada masiva en la planta Glenn Valley Foods, en Omaha, Nebraska, arrestando entre 75 y 80 trabajadores sospechosos de utilizar documentos falsos en EE.UU. La operación, calificada como la más amplia acción laboral del gobierno en ese estado durante el segundo mandato de Trump, generó gran conmoción en la comunidad latina local.
La empresa aseguraba haber usado el sistema E‑Verify para comprobar la elegibilidad de sus empleados, por lo que se declaró ‘tomada por sorpresa’. Sin embargo, un agente federal comentó que “el sistema está roto”, según el presidente de la compañía.
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Operativo sin aviso y reacción comunitaria
Los líderes locales señalaron que el hallazgo de 97 personas con identificaciones supuestamente fraudulentas derivó en una orden federal que condujo a la redada, sin notificación previa a la empresa. Agentes del FBI, DEA, U.S. Marshals y la policía local colaboraron para contener la operación.
Tras los arrestos, familiares, activistas y miembros de la comunidad se congregaron frente a la planta, bloqueando el paso de vehículos de ICE y gritando consignas en defensa de los detenidos, quienes muchos: “trabajaban para mantener a sus familias” .
Un reflejo de tensión nacional
Esta acción en Nebraska se enmarca en una escalada de operativos laborales ordenados por Trump, tiempos en los que ICE acumula récords de arrestos diarios con el objetivo de aumentar las deportaciones.
Para muchos especialistas y defensores de derechos civiles, la redada revela no solo el impacto de las políticas fronterizas, sino sus repercusiones directas en la economía regional y en la salud emocional de las comunidades migrantes.
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