Procter & Gamble ajusta su catálogo y eleva precios en productos clave para mantener rentabilidad ante la incertidumbre económica y la baja demanda del consumidor.
La incertidumbre económica continúa afectando a las grandes empresas en Estados Unidos. En un contexto de inflación sostenida y consumo moderado, Procter & Gamble (P&G) anunció un plan para recortar 7 mil empleos a nivel global, equivalente al 6% de su plantilla.
Esta medida se aplicará progresivamente durante los próximos dos años e incluye una reducción del 15% en puestos no relacionados con manufactura. El impacto económico se intensifica debido a las tensiones comerciales derivadas de las políticas arancelarias implementadas durante la administración Trump.
Reuters señala que estas medidas han costado a las empresas estadounidenses alrededor de U$D 34 mil millones, y P&G estima un impacto directo de 600 millones en su año fiscal 2026, antes de impuestos.
Además, el comportamiento más conservador del consumidor afecta las ventas, presionando a la multinacional con sede en Cincinnati a adoptar estrategias para mantener su estabilidad financiera a largo plazo. P&G se enfrenta a un entorno desafiante que obliga a ajustes significativos en su operación global.
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P&G ajusta su catálogo y precios para enfrentar la crisis económica
Procter & Gamble, con marcas como Pampers y Tide, ajusta su estrategia ante el panorama económico actual. La empresa planea eliminar productos con bajo rendimiento y subir precios en los más demandados para mejorar su rentabilidad.
En julio, P&G revelará detalles sobre los artículos que retirará y las medidas adicionales que adoptará en su reestructuración.
Esta iniciativa busca enfocar recursos en segmentos más rentables, optimizar la logística y recuperar estabilidad financiera. El movimiento se inscribe en un contexto más amplio de ajustes corporativos en Estados Unidos, donde empresas de diversos sectores enfrentan desafíos económicos.
Desde supermercados hasta cadenas de restaurantes, muchas compañías reevalúan sus operaciones para mantener la competitividad. La reorganización de P&G podría anticipar una tendencia nacional de austeridad en grandes corporaciones, obligadas a adaptarse a un mercado cada vez más exigente.
Así, incluso las marcas más consolidadas deben reinventarse para asegurar su futuro en un entorno económico incierto.
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Julián Vásquez Cuadra Periodista
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