¿Por qué flota la protagonista de Stranger Things? Una secuencia de la serie nos enseña física y química

La escena que proponemos se desarrolla desde el minuto 22 al 32 del capítulo 7 de la primera temporada. Los protagonistas quieren generar un portal para que Once, la niña protagonista que tiene poderes extrasensoriales, contacte con un amigo atrapado en una realidad distinta. | Fuente: Netflix

El género que más contribuye a la educación científica es la ciencia ficción. Aproxima la realidad científica a los alumnos aprovechando sus ideas previas.

El cine es una gran base de información científica y puede ser usado como recurso didáctico para aumentar la motivación de los estudiantes por las ciencias.

El impacto sensorial de las imágenes en movimiento supera habitualmente al que producen las fotografías estáticas, lo que conlleva un mejor refuerzo memorístico y de asociación.

Pero hay que tener cuidado, ya que su carácter lúdico puede dificultar su aplicación cuando existe falta de rigor en las actividades propuestas.

Ciencia ficción en el aula

El género que más contribuye a la educación científica es la ciencia ficción. Aproxima la realidad científica a los alumnos aprovechando sus ideas previas. La ficción y la ciencia son mundos compatibles: la ficción se alimenta de la realidad y la ciencia necesita de ingenio e imaginación para avanzar.

Lo primero es evitar posibles ilegalidades. Según el Artículo 32.3 de la Ley de Propiedad Intelectual española, se permite la reproducción parcial de material audiovisual con fines educativos. Es decir, podemos emplear todos los géneros cinematográficos como recurso didáctico en el aula de ciencias.

Física y química en series y películas

Ejemplos de series que han acercado la física al público son The Big Bang Theory y Lost in Space. Las Aventuras de Tadeo Jones es una película que conecta con el público más joven. Un tema recurrente son los viajes espaciales, como en Gravity, Marte o Interstellar, donde encontramos constantes referencias a la física moderna. También, por qué no, podemos incluir los caminos de “la fuerza” de la saga Star Wars.

Actualmente, la física en el cine es habitual, pero la química se camufla entre imágenes, sin evidencias significativas. Sin embargo, encontramos ejemplos como Bones, serie bien documentada basada en la ciencia forense, Breaking Bad, cuyo protagonista es profesor de química, y la película El club de la lucha, donde se detalla la fabricación de jabón por saponificación.

Para adaptar el recurso a la etapa educativa, al tiempo, al contexto y a la legislación, proponemos emplear breves secuencias. La selección de estas es un punto crítico. Para Física y Química de 4º de ESO, hemos seleccionado un fragmento de la serie Stranger Things

El uso de material fílmico en la enseñanza secundaria no es tan habitual como en la universidad, aunque existen suficientes datos que prueban sus ventajas.

El tanque de Once

La escena que proponemos se desarrolla desde el minuto 22 al 32 del capítulo 7 de la primera temporada. Los protagonistas quieren generar un portal para que Once, la niña protagonista que tiene poderes extrasensoriales, contacte con un amigo atrapado en una realidad distinta.

Su profesor de ciencias les explica por teléfono cómo crear el portal idóneo: necesitan construir un tanque de privación sensorial con una disolución salina de alta concentración. Preparan la disolución echando sal común hasta que un huevo flote. Once también debe flotar.

El reto

Los protagonistas disponen de 700 kg de sal, que tienen que diluir en el volumen de agua que entra en una piscina infantil y a una temperatura concreta. Los niños sitúan la piscina en una cancha de baloncesto, la llenan de agua y van añadiendo sal. Uno comprueba con un huevo si la concentración es suficiente aplicando el concepto de flotabilidad y su relación con la densidad.

En el primer intento, el huevo se hunde. En la vida cotidiana se observa este fenómeno al cocer un huevo. Sin embargo, tras echar más y más sal, exclama… “¡Eureka!”. El huevo flota.

“¡Eureka!” es la expresión que se atribuye a Arquímedes de Siracusa cuando descubrió que todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado. Si este empuje contrarresta el peso de un objeto, el objeto flota.

Dustin, Mike y Lucas comprueban que el huevo flota en agua salada. Stranger Things. Netflix

La imagen del huevo flotando es la más significativa y despierta la curiosidad del espectador y, por supuesto, del estudiante de ciencias. La secuencia finaliza cuando Once se introduce en la piscina y flota.

Once flota en una piscina de agua y sal común. Stranger Things. Netflix

Un ejercicio posible

A partir de aquí, se puede inducir la reflexión del estudiante mediante preguntas y predecir si es factible o no que el huevo flote de manera estable.

Se debe calcular la densidad de la disolución final. Se necesita conocer la cantidad de agua que hay en la piscina. Para ello, se aplican estimaciones tipo Fermi, pues la información de la escena es muy limitada. El estudiante, cual detective, buscará información entre los fotogramas.

Por ejemplo, el diámetro de la piscina puede ser estimado mediante el fotograma de la Figura 2: la piscina aparece en el interior del círculo central de una pista de baloncesto americana (3,6 m).

También se necesita conocer la solubilidad de la sal, que depende de la temperatura. Este valor se obtiene de otro fotograma, uno de los niños sostiene un termómetro donde se puede leer la temperatura.

Por cierto, el análisis de los datos indicará que la disolución salina no está saturada. Se puede demostrar que todas las imágenes presentan rigor científico.

Una conclusión

Esta secuencia de Stranger Things es, además, mucho más que ciencia: fomenta las relaciones de respeto entre iguales, la curiosidad por aprender y experimentar y da una visión del profesor de ciencias amable e implicado con sus alumnos.

Este es solo un ejemplo de lo que podemos encontrar entre el amplio abanico de secuencias posibles. La finalidad es siempre aumentar la motivación y la curiosidad por la ciencia.The Conversation

Beatriz García Vasallo, Profesora titular en el Área de Electrónica (Departamento de Física Aplicada), Universidad de Salamanca and Patricia Desire Aldonza Cimas, Profesora Enseñanza Secundaria especialidad Física y Química, Universidad de Salamanca

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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