Netflix adquirió los derechos de la novela en 2019, y fue en plena pandemia que la plataforma contactó al cineasta argentino Alex García López para el desafío de llevar la épica de Macondo a la pantalla.
El cineasta argentino Alex García López, uno de los directores de la serie de Netflix, Cien Años de Soledad, dijo que al aceptar el proyecto llegó a cuestionarse el enorme desafío que tenía por delante, por las dificultades que presenta el libro.
"Cuando me lo ofrecieron dije 'sí' de inmediato. Pero cuando colgué el teléfono, me dije 'un momento, ¿en qué me he metido? ¿Voy a destrozar el más amado de los libros de nuestro continente?'", recordó el cineasta.
Netflix presentó a invitados en Bruselas el primer capítulo de la esperada serie, que estará dividida en dos partes de ocho capítulos cada una y cuyas primeras ocho entregas estarán disponibles el 11 de diciembre.
Por eso, "vi que tenía que seguir mi instinto. Uno siempre tiene el libro, pero para bien o para mal siempre será mi interpretación, mi visión de él", indicó García López a AFP luego de presentar la ambiciosa serie.
El desafío de presentar imágenes surrealistas
El primer capítulo de la serie arranca con el casamiento de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, cubre la fundación de la mítica Macondo, y termina con el nacimiento del segundo hijo de la pareja, Aureliano, quien posteriormente se convertiría en el legendario Coronel Aureliano Buendía.
"El libro no es apenas extremadamente colombiano sino que es muy caribeño. Me dí cuenta que tenía que capturar esa cultura", señaló.
El libro del colombiano Gabriel García Márquez, publicado en 1967, es una de las obras cumbres de la literatura en idioma español, y su versión cinematográfica era vista como un desafío monumental.
Netflix adquirió los derechos de la novela en 2019, y fue en plena pandemia que la plataforma contactó a García López para el desafío de llevar la épica de Macondo a la pantalla.
Una vez capturado el tono general de la serie, dijo García López, estaba el desafío de presentar imágenes surrealistas en la pantalla, como el recurrente fantasma de Prudencio Aguilar, o la subida al cielo de Remedios, la Bella.
Cine pragmático
"Siempre me gustó el cine pragmático, en que uno vé y siente, pero claramente los efectos especiales ayudan. Queríamos tener algo como una voz de las películas de los '60s o los '70s, pero los efectos nos han ayudado un poquito", dijo García López.
En el caso del fantasma de Aguilar, prefirió mostrarlo simplemente "con cara de tristeza y melancolía, porque extraña a sus amigos y a la vida", apuntó.
El cineasta destacó los personajes femeninos de la historia. "Todas las mujeres son fuertes en el sentido en que todas tienen un protagonismo increíblemente potente. Creo ha sido una de las genialidades García Márquez".
Sin embargo, comentó que numerosos personajes terminan teniendo destinos trágicos. "Un día le preguntaron a García Márquez porqué muchos de sus personajes terminan en tragedia, y él respondió 'porque no saben cómo amar'", recordó.
La producción no ha escatimado esfuerzos para la serie sobre Cien años de Soledad, y aunque Netflix guarda bajo siete llaves datos sobre los valores involucrados la iniciativa es la más ambiciosa de la plataforma para América Latina.
"El libro es como una locomotora, es imparable, y por momentos es hasta chistoso. A veces es una tragedia griega y por momentos es una tragedia bíblica, con muchos absurdos", relató el cineasta.
Todo el vestuario y todos los objetos que aparecen en la serie han sido producidos y fabricados por artesanos colombianos, informó la plataforma.
Fuentes de Netflix indicaron la segunda parte de ocho estará disponibles solamente el próximo año.
La plataforma de streaming tenía unos 300.000 usuarios en el año 2000, pero se estima que ahora ese total sea de unos 137 millones.
AFP
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