Influencers no podrán promover dietas peligrosas o dar consejos sobre cirugía estética ni criptomonedas.
Francia ha aprobado una ley que define y regula la actividad de los influencers en la que se prohíbe a estos creadores de contenido la promoción de dietas peligrosas, consejos sobre cirugía estética y criptomonedas.
El objetivo de esta norma es regular el uso que estos usuarios le dan a plataformas como Instagram y TikTok, a fin de luchar y acabar con malas prácticas que puedan llevar a cabo aprovechando su influencia sobre otras personas.
Con esta ley, además, se han podido identificar varias medidas necesarias tanto para apoyar a los influencers como para proteger a los consumidores, tal y como reconoció en marzo el Ministerio de Economía y Finanzas francés a través de Twitter.
Regulando a los influencers
Este texto reconoce legalmente la actividad de los influencers comerciales en medios electrónicos, y los define como personas físicas o jurídicas que, "a cambio de una retribución, comunican al público por medios electrónicos contenidos destinados a promocionar, directa o indirectamente, bienes, servicios o que con cualquier causa ejerzan la actividad de influencia comercial por medios electrónicos".
Esta ley puntualiza que, cuando esta actividad sea realizada por una persona menor de 16 años, debe ser su empleador quien asuma las responsabilidades del contenido que publican estos creadores en las plataformas en línea.
El texto legal incluye un apartado dedicado a las prohibiciones de promoción, y que especifica que los influencers no pueden ejercer "la actividad de influencia comercial por medios electrónicos", de manera "directa o indirecta", cuando pongan en peligro la protección de la salud pública mediante la promulgación de información sobre técnicas, métodos y tratamientos estéticos, farmacológicos y quirúrgicos.
Por otra parte, con esta nueva ley los influencers no podrán promocionar productos que puedan ser consumidos o contener, aunque sea parcialmente, nicotina ni tampoco tendrán el derecho de emitir prescripciones terapéuticas.
Esta regulación también matiza que está prohibido que las personas que ejerzan la actividad de influencia comercial por medios electrónicos puedan promocionar directa o indirectamente productos y servicios financieros, incluido el relacionado con los activos digitales.
De ahí que también sea ilegal invitar a otros usuarios a establecer una relación con ellos mediante un formulario de contacto o solicitarles información adicional para realizar operaciones relacionadas con las criptomonedas.
Con la entrada en vigor de esta ley, los influencers tampoco podrán compartir contenidos que incluyan interacciones con animales, además de que se tendrá especial cuidado con la promoción de juegos de azar, a fin de que los anuncios de estos no lleguen a usuarios menores de edad.
Este texto también recoge las obligaciones relativas a la promoción de determinados bienes y servicios e insiste en que esta debe estar claramente indicada con la palabra 'Publicidad', para que los usuarios sepan de qué contenido se trata.
Los influencers también deberán añadir información acerca del tipo de imágenes que comparten, de modo que estarán obligados a señalar que una imagen está retocada si se ha modificado su silueta o su rostro en sus contenidos.
En caso de utilizar contenido audiovisual generado por inteligencia artificial (IA), estos creadores de contenido también deberán añadir el indicativo 'Imágenes virtuales'.
Sanciones a los influencers
Esta ley determina, finalmente, que en caso de cometer una infracción con lo dispuesto en ella, estos usuarios podrán recibir multas de hasta 300 mil euros y dos años de prisión en caso de llevar a cabo prácticas comerciales engañosas.
También a partir de ahora los influencers serán sancionados si promocionan en sus perfiles falsos servicios sanitarios, bebidas alcohólicas, servicios financieros, apuestas deportivas y juegos de azar, con multas de hasta 100 mil euros.
En este caso, también se les puede prohibir el ejercicio de su actividad, bien de manera temporal o bien de forma permanente, además de que es posible que se les deniegue el acceso a estas plataformas 'online'.
Por otra parte, si estos creadores de contenido no introducen una etiqueta que refleje que se ha utilizado un filtro o se han retocado sus fotos y sus vídeos, recibirían una multa de hasta 37,500 euros.
Con información de Europa Press
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