RPP Noticias estuvo en las instalaciones de Motorola en Brasil para conocer el proceso de manufactura de los teléfonos Moto G.
Hoy hay poco margen para la sorpresa en el mercado de la telefonía, y es bueno ver que las marcas que iniciaron este mercado se mantienen sólidos en la industria. Motorola tuene un capítulo especial en esta historia: ser la marca que propuso una “gama media” en un momento en el que el teléfono inteligente comenzaba a reunir especificaciones un poco más caras, y frente a un segmento “featured phone” como refugio para los bolsillos con menos recursos. Hoy, tras diez años, Motorola celebra sus 200 millones de unidades vendidas a nivel global y lo hace abriendo sus secretos de manera exclusiva a RPP y otros medios.
10 años de referencia: Moto G y la “gama media”
En 2013, Motorola Mobility era parte de Google tras una operación que demandó una inversión de 12,500 millones de dólares. Con este pase, la empresa de Mountain View tenía un producto “inhouse” para comenzar su apuesta de teléfonos, la que ahora se traduce en el Pixel. Tras un buen recibimiento del Moto X, el primero en contar con todo el software de Google a disposición del usuario, la marca decidió apostar por una condición intermedia basada en “buenas especificaciones a bajo precio”. A fines de 2013, vimos nacer al Moto G original. Dato histórico: se lanzó en Perú el 11 de diciembre de 2013 a un precio base de 99 soles con un plan pospago de 100 soles.
Con los años, y tras modelos realmente buenos, Motorola comenzó a diversificar la producción. Pasó por ediciones “S”, “Plus”, “Play”, “Power” y ahora, tras el estupendo G100, comenzó una etapa de nomenclaturas ascendentes que nos dejan al G84 actual como punto de referencia. Con esta categoría, la actual marca de Lenovo democratizó el acceso a ese punto medio necesario, que trajo innovación a los mercados emergentes.
Jaguariúna: una veloz maternidad
Tuve la oportunidad de ingresar a las líneas de montaje en Jaguariúna, una fábrica ubicada en la Región Metropolitana de Campinas, al norte de la enorme Sao Paulo. En este complejo, uno de los seis que alimentan la demanda de Motorola en el mundo (una en China, una en Estados Unidos, una en India, una en Argentina y dos en Brasil), la submarca de Lenovo ensambla sus productos Moto G a una velocidad tremenda: 2 teléfonos cada 3 segundos.
Ojo, hablamos de toda la línea de construcción. Tenemos un punto de partida clave: una placa de PCB (placa de circuito impreso) que aloja entre 400 a 1200 componentes, dependiendo del modelo de teléfono que se construya. Esto ocurre de manera automatizada en largas fajas a lo largo de estas instalaciones. Todas ellas no solo son controladas en tiempo real por un área de monitoreo, sino observadas a nivel global en un gran “dashboard” que la firma tecnológica tiene para medir el nivel de producción en las seis fábricas. Esta placa de PCB cuenta con un código QR que la identifica a nivel global con toda la data asociada a la producción: día y hora, estado, modelo, personal involucrado, ubicación, nivel de pruebas y otras.
Una vez que cada uno de los filamentos e integrados se colocan sobre esta pieza – previo paso de pasta térmica desde un sistema robótico que añade con precisión esto – y se colocan los componentes a ambos lados de la placa, esta pieza viaja por la faja hasta las zonas de ensamblado. En todo este proceso, robots transportan de una “isla” a otra las piezas necesarias para mantener vivo el proceso. Dato curioso: los pequeños vehículos tienen nombre de jugadores o de escuderías de autos. Incluso hay un lindo homenaje a Ayrton Senna, orgullo de los paulistas.
En la sección de ensamblaje, las placas comienzan a ser adheridas a otros elementos claves, como la pantalla y la batería. Además, el equipo se somete a pruebas automatizadas para comprobar la conectividad, el funcionamiento de los integrados, la calidad de la pantalla, los procesos de carga y otros elementos necesarios para garantizar su buen funcionamiento. Cada una de estas fajas cuenta con un monitor que detalla el porcentaje de eficiencia en el lote construido, y casi nunca baja del 98%.
La parte del empaquetado es el tercer momento de este “parto”. Tras las comprobaciones de rutina, y el respectivo “flasheo” del dispositivo, las unidades construidas son transportadas a la zona de empaquetado, en la que se usan brazos robóticos que colocan en slots cada uno de estos celulares. ¿Para qué? Para instalar Android. Durante siete minutos, el equipo permanece insertado en una especie de archivador con puerto USB-C para dotarse del OS y, desde ahí, ser enviado a la caja. Ahí también ocurre el “perfumado” con “Moto: by Firmenich”, la esencia clásica de las nuevas generaciones de Motorola. Ojo, huele mucho mejor recién aplicado que al abrir la caja.
En esta fábrica, además, Motorola cuenta con su base para e-commerce y satisfacer la demanda interna de Brasil. Todos estos smartphones producidos en esta sede, así como la de Manaos, son sólo para el mercado interno brasileño, uno de los más complejos del continente y que hoy supone una operación simultánea en 22 estados con tasas de reparación en menos de 2 horas y un nivel de satisfacción del 91.5%, posicionando a Moto en el segundo lugar de la región en temas de unidades vendidas.
2024: más allá del teléfono
Motorola es clara en este punto: asumir un rol principal en desarrollo propietario de herramientas de IA que funcionen en el smartphone, añadir nuevos conceptos de construcción y seguir invirtiendo en mantener su estrategia “Moto G”, que claramente funcionan en el mercado global. Respecto al primer caso, la tendencia planteada por Qualcomm, MediaTek, NVIDIA y otras compañías que dan soporte a IA generativa empuja a la firma a no solo aceptar estos desarrollos de manera pasiva, sino a generar soluciones propias para incorporar a la experiencia de uso del usuario sin fricciones.
En el caso de las nuevas formas, ya habíamos visto un teléfono de Motorola capaz de “enrollarse” en la muñeca del usuario como si fuese un reloj, algo que se asemeja mucho al concepto “Morph” de Nokia en 2009, pero que era inviable con la tecnología de ese entonces. Tras su presentación en el Tech World de Lenovo, Moto apunta a este tipo de disrupciones.
Finalmente, los diez años de la línea Moto G marcan un momento importante de la empresa, en el que compite con otras compañías de manera agresiva en el mercado que diseñó y propuso. Más allá de eso, hablamos de una de las compañías que no solamente creó la gama media, sino que también fue la que inició el camino del celular hace cincuenta años.
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