Usar la cámara de tu celular para tomar fotos de tu mascota no debería ser tan difícil, si buscas algo más artístico para compartir en redes.
Hace unos días, revisando las reseñas de NIUSGEEK, noté que siempre aparece una o varias fotos de mi perro en la explicación de cámara. A lo largo de estos años, en los que he venido probando smartphones consistentemente, he aprendido a tomarle el ritmo a mi mascota para poder disparar fotos que puedo lucir en estas publicaciones y hay varias moralejas aprendidas que me propongo compartir en esta nota.
Ten en cuenta el enfoque infrarrojo. Muchos modelos de smartphone cuentan con un emisor IR para medir la distancia entre el objetivo y el lente, emitiendo una luz infrarroja. Esa luz, invisible al ojo humano, es visible y muy molesta para las mascotas. Por eso, cuando enfocas el rostro de tu perro, por ejemplo, no pueden mantener la mirada fija en el lente. Es por esa molesta luz que tú no ves, pero ellos sí.
Los animales no van a posar. El perro no te va a esperar jamás por una foto. Tú tienes que moverte en su propio entorno, casi como ir de cacería y esperando el momento preciso para disparar. Acostúmbrate a esto: tu mascota no te va a posar, así que deja de pensar en una postura tradicional para fotografiar.
Si salen de a dos, mejor. Es lo que mejores resultados me ha dado al fotografiar a mi perro en calle. Uno que pasea al perro y otro que se mueve alrededor disparando tomas constantemente harán que te concentres en una sola actividad y adelantarte algunos pasos a los movimientos de tu mascota durante el paseo.
Usa el disparador con el volumen. Esto es lo más útil que he podido usar, pues casi siempre mis tomas son a ras del suelo – punto uno de esta lista -. Al configurar el botón de volumen como disparador sin timer – esto es importante, desactiva el temporizador de ese botón en configuraciones de cámara – mis disparos son más continuos y mis tomas tienen más amplitud, además de no buscar el botón de disparo virtualizado en pantalla.
Aléjate de la noche. Se logran buenas fotos de los perros de noche, pero con buena luz. Por lo general, las cámaras de los teléfonos suelen reducir la velocidad de obturación y provocan estas “fotos barridas” con frecuencia, debido a que deben bajar esa medida para que “entre más luz”. Cuando tengas un alumbrado público intenso, aprovecha la mayor cantidad de luz. No necesitas iluminar su rostro, también puedes jugar con las texturas.
No dejes de disparar. Esto es elemental, pero muy poca gente lo hace. En lugar de tomar la foto y revisar inmediatamente, es mejor disparar todo lo que puedas y, al llegar a casa, revisar las fotos. Esto no solo optimiza tu tiempo, sino que te ayudará a mejorar la técnica “a ciegas” que, para estos casos, resulta mejor.
Usa el “modo retrato” para experimentar. El “modo retrato” es un proceso fotográfico computacional que los equipos añaden gracias al sensor de profundidad o ToF, lente que mide la distancia entre el sensor y el sujeto para añadir este “desenfoque” en la parte trasera del objetivo para simular un efecto de cámara profesional o DSLR. Al ser un proceso algorítmico, suele ser un poco impredecible. Sin embargo, debo decir que he tenido mucha suerte en lograr fotos vistosas con esto. Prueba de cuando en cuando a darle este añadido a tus fotos.
Sorprende a tu mascota. A mí me funciona mucho acercarme despacio y llamarlo para que tenga esta mirada casual encantadora en los animales. Como mencionaba en otro párrafo, ellos no van a posar, ni a esperarte. Tú debes tomar la foto en el momento preciso, no esperar a que tu mascota haga algo.
Nada de zoom o flash. Para empezar, el zoom digital reduce la calidad de la foto cuando no tenemos un sistema de lentes ópticos a 2 o 3X. Además, la estabilización suele ser un problema cuando apuntamos de lejos. En el caso del flash, además de ser molesto para nuestra mascota, distorsiona texturas y entorpece el balance de blanco con luces cálidas.
Juega con el fondo. Esto es clave. Al apuntar de arriba hacia abajo – de pie, como siempre – nuestro ángulo de visión es pobre y se limita al suelo. Si te arrodillas o – como en mi caso, usas el botón de volumen como disparador al poner el teléfono al ras del piso, tendrás todo el fondo disponible.
Edita tus fotos antes de publicar. A veces hay detalles que no queremos mostrar o que, en términos fotográficos, provocan un desbalance en la toma. Trata de recortar esas partes que le restan protagonismo al producto final o, en el mejor de los casos, añade colores en apps como Snapseed o Lightroom para mejorar el resultado. Si te sientes más seguro, usa el modo RAW de tu teléfono si está disponible y ten mayor control de la edición.
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