Pese a que el dinero invertido en bitcoin se ha reducido a más de la mitad, Nayib Bukele sigue confiando en esta criptomoneda como fuente de valor.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado que el país comprará un bitcoin por día en medio de la fuerte crisis en el valor de las criptomonedas.
El anuncio fue realizado por el político a través de su cuenta de Twitter. Según comenta, iniciará esta serie de transacciones a partir del viernes 18 de noviembre. No se sabe cuánto tiempo durará.
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Aumenta su portfolio
El Salvador fue el primer país en aceptar como moneda de curso legal al bitcoin (el segundo es la República Centroafricana).
Bukele suele invertir en esta criptomoneda comprando en cada caída de su valor. El Salvador ha comprado de forma escalonada unos 2300 bitcoins. En su valor máximo, este monto equivaldría a 156 millones de dólares, pero, por la caída actual del valor a un promedio de 16 mil, suma un total de 36.8 millones de dólares.
A través de un artículo, el presidente salvadoreño explica que “no han perdido el dinero” debido a que no han vendido sus tenencias y seguirán resguardándolos “hasta el final”.
Su nueva intención de compra se da porque el mercado de criptomonedas se encuentra en una crisis debido a la bancarrota de FTX, un importante mercado de intercambio que, por malos manejos, llegó a perder toda su liquidez: se cree que debe a más de un millón de acreedores.
A partir de la publicación, otros millonarios han señalado que seguirán su ejemplo.
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Bukele no cambia de opinión
Pese a las protestas y grandes críticas del Fondo Monetario International, Bukele confía en esta divisa por su uso para remesas (transacción vital en las finanzas del país) y para brindar esa sensación de modernidad a su nación.
“El Salvador es un país relativamente pobre, pero solo en 2021 producimos $ 28 mil millones en productos y servicios. Impulsar la idea de que una pérdida de $ 50 millones —menos del 0,2% de nuestro PIB— destruiría o incluso pondría en problemas la economía de nuestro país es mucho más que estúpido; es revelador”, refiere.
“El Salvador es el epicentro de la adopción de Bitcoin, y por ende, la libertad económica, la soberanía financiera, la resistencia a la censura, la riqueza inconfiscable y el fin de los kingmakers, su impresión, desvalorización y reasignación de la riqueza de las mayorías a grupos de interés, las élites, los oligarcas, y los que están en las sombras detrás de ellos, tirando de sus hilos”, suma.
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