Las comisiones del Ethereum, tecnología que soporta la mayoría de NFT, provoca que los usuarios tengan que pagar miles de dólares por realizar alguna transacción con criptomonedas.
El boom de los NFT (token no fungibles) ha llegado a lo mediático. Con ventas y compras de millones de millones de dólares, este tipo de arte digital ha llamado la atención de los inversores, quienes sueñan con este tipo de transacciones.
Sin embargo, de lo poco que se habla son las cantidades absurdas de comisiones que se tienen que pagar por ello y mucho se debe a la tecnología del Ethereum, criptomoneda y blockchain que soporta la mayor cantidad de NFT.
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El gas del ether
El Ethereum funciona con contratos inteligentes, muchos de los cuales sirven para acuñar imágenes, videos u otros archivos a la cadena de bloques, los que los incorpora a la misma tecnología de las criptomonedas. Cualquier archivo, al ingresar a la blockchain, se convierte en un NFT.
El problema de esta red son sus comisiones, también llamado “gas”. Las tarifas de gas son costos necesarios que se utilizan para aprobar transacciones dentro de la red y varía de acuerdo con la oferta y la demanda. En pocas palabras, el usuario paga la energía informática necesaria de la operación.
Son varios aspectos los que interfieren en el gas como la demanda de la propia comisión, la demanda de energía computacional para procesar los contratos inteligentes, el número de transacciones en el momento o el tamaño del contrato inteligente que desea ejecutar.
El problema es que Ethereum realiza entre 15 y 45 transacciones por segundo, generando caos en horarios en específico en el día.
La mayoría de comisiones se pagan a los mineros de Ethereum, quienes utilizan una tecnología llamada proof of work (PoW) para sellar bloques de la cadena. Estos mineros son lo que mantienen granjas de computación que provocan grandes costos energéticos al medio ambiente.
Aunque el intercambio de monedas de Ethereum en mercados suele tener bajas comisiones, el envío de dinero entre cuentas bajo esta tecnología no es conveniente: por enviar 100 dólares entre billeteras, pueden cobrarte comisiones de entre 20 y 50 dólares por la transacción.
Las comisiones y los NFT
Gran parte de los NFT se encuentran en la red Ethereum, por lo que tienen que afrontar estas comisiones.
Muchos de estos dibujos han sido vendidos por millones de dólares. Por ejemplo, el artista digital Beeple vendió un NFT con selfies de más de un año de vida por 69 millones de dólares. Por esa cantidad altísima de dinero, gas de miles de dólares "no son perjudiciales".
Pero sí lo son para colecciones pequeñas.
Un ejemplo. Hace poco salió a la venta una colección de NFT peruanos llamado Llamageddon. El costo de acuñación de uno de estos tokens era de 0.035 ethereum (más o menos 100 dólares), pero el gas para realizarlo es de 5500 dólares.
Opciones más asequibles para acuñar NFT de forma individual son OpenSea y Rarible. Sin embargo, el entusiasta que desea ingresar a este mundo podrá ver cómo pierde cientos de dólares en aceptar o denegar operaciones en medio de su iniciativa. Por eso, siempre procura:
- Investigar al mercado donde comprarás/venderás un NFT
- Investiga los horarios de menos congestión en la red blockchain con la que trabajarás
Debido a las altas comisiones, cada vez más usuarios están migrando sus plataformas de NFT a otras cadenas de bloques como BNB, Solana, Fantom o Polygon.
Por el momento, el grupo desarrollador del sistema Ethereum está trabajando en una nueva forma de cobrar los gas: una parte se quema (se elimina) y otra va a los mineros a modo de propina. Su adopción aún es pequeña, pero está creciendo en número. El Ethereum 2.0 promete también que podrá manejar hasta 100 mil transacciones por segundo, mejorando todo el ecosistema. ¿Será posible? Será cuestión de esperar.
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