Tras las denuncias de pagos en efectivo por el escaneo de iris en algunas provincias del norte del Perú, la empresa Tools For Humanity asegura que son terceros quienes vienen ofreciendo dinero para convencer a las personas a realizar este procedimiento. Ellos explican cómo funciona su tecnología, así como la ética detrás de la captura de estos datos sensibles.
Hace dos semanas generó alarma la noticia de personas que hacían largas colas en Piura y Sullana, entusiasmadas por el pago de alrededor de 210 soles a cambio del escaneo de sus iris por parte de World, organización que tiene como fin diferenciar a una persona real de identidades falsas creadas en internet. Sus representantes aseguran que son sujetos ajenos a su operación quienes están ganando dinero con su tecnología, y explican en qué consiste su propuesta de la “prueba de humanidad”.
“Nosotros no les pagamos en soles o en dólares a nadie. Quienes están pagando esto son terceros ajenos a World, que están intercambiando los worldcoin a cambio del dinero”, aseguró Martín Mazza, gerente regional de Tools For Humanity, la empresa matriz de World. Worldocoins son las criptomonedas que la organización brinda a quienes aceptan registrar su iris con ellos, dinero virtual que se puede canjear por dinero real.
Tools For Humanity es una compañía con sede en California cofundada por Sam Altman, una de las figuras principales en el desarrollo de la inteligencia artificial en el mundo. Ellos han creado lo que llaman la “prueba de humanidad”, o la forma de diferenciar a una persona real de un bot o software que intente suplantar su identidad.
Para ello, requieren escanear el iris a través de la captura de una foto de este, que luego se elimina de la cámara especial que usan, y la convierte en un código numérico. Esta “llave” (como la llaman) vive en una red de servidores seguros a los que, indican, ni ellos tienen acceso. Con ese escaneo, ellos generan una identidad única para cada persona, la que llaman el World ID. A cambio, World le brinda a los voluntarios unos 60 worldcoins a canjear en un año, por el valor de unos 630 soles al día de hoy.
Estos worldcoins, que pueden valorizarse con el paso del tiempo o perder su valor, de acuerdo a cómo se mueve el mercado, sería lo que está atrayendo a terceros para presuntamente inducir a las personas a transferirles sus worldcoins (o tokens) a cambio de dinero en efectivo al momento.
“De la misma forma en que puedo poner anuncio para distintas cosas en Facebook, en X o en cualquier ecommerce, esto crea un mercado informal de compra y venta de esos tokens, pero no es World el que genera este mercado o los fomenta”, añade Mazza.
POLÉMICA EN VARIOS PAÍSES
A esta controversia se le puede añadir otra, la de la seguridad de los datos que maneja World. En algunos países, como España o Chile, la organización ha cesado temporalmente sus operaciones porque las autoridades de protección de datos gubernamentales argumentan que no han explicado con claridad qué harán con los datos. “Compañías externas han auditado y han validado nuestro software. Este está abierto para que los programadores puedan ir y validar línea por línea del código”, afirma por su parte Mazza.
En Perú, incluso, la Dirección de Fiscalización e Instrucción de la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales (ANPD) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), tomó cartas en el asunto y abrió una investigación para determinar si el tratamiento de datos que realiza esta empresa cumple las disposiciones de la Ley N° 29733, Ley de Protección de Datos Personales.
Hace unos meses, otro ejecutivo de World explicó a RPP más a detalle cómo funciona la tecnología. Ajay Patel, jefe de la división de World ID, aseguró que el sistema solo verifica la identidad, más no se muestra ninguna información sensible que pueda comprometer los datos de una persona. “Cuando la app [de World] te pide que verifiques tu identidad, solo recibe una señal que dice “hemos verificado que esta es una persona real”. No recibe ningún dato sensible. Al iniciar sesión, ni World, el desarrollador o cualquiera que use este sistema sabrá quién eres, a menos que tú se lo digas”, aseguró en la entrevista.
Actualmente, ya se ha popularizado el uso de la huella dactilar y del reconocimiento facial en los móviles. ¿Será posible que en un futuro no tan lejano el uso de otras fuentes como el iris se popularice, de la mano de World o de otras compañías? El tiempo dirá la organización de Sam Altman logra aclarar todas las dudas sobre sus operaciones para que se masifique su uso; o si, por el contrario, sus prácticas seguirán generando desconfianza y cuestionamientos, especialmente en un mundo cada vez más preocupado por la privacidad de los datos y el correcto uso de tecnologías biométricas.
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