En medio de las tensiones socioeconómicas entre China y Occidente, el país asiático ha detenido las exportaciones de dos metales claves para la fabricación de chips.
China ha decidido actuar en medio de las fuertes sanciones y limitaciones interpuestas por Estados Unidos en el campo tecnológico y está apuntando a limitar la exportación de galio y germanio, dos metales cruciales en la industria de semiconductores.
El nuevo protocolo del Ministerio de Comercio chino especifica “el control de las exportaciones” de estos dos materiales a partir del 1 de agosto. Sus consecuencias serán claves en el desarrollo de esta nueva Guerra Fría.
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El más perjudicado: los chips
Toda empresa china que trabaja con galio y germanio deberán solicitar licencias especiales al ministerio.
En dichos documentos se deberá completar los datos del comprador, especificando su nacionalidad, sus representantes legales, además de presentar un contrato original y garantías para la venta.
Será la propia entidad la que acepte o rechace la propuesta de exportación según su criterio. Los exportadores que decidan saltarse estos pasos serán merecedores de multa e incluso podrían ser sancionados con cárcel.
Con un aspecto blanco plateado y clasificados como “menores”, tanto el galio como el germanio son producto de refinerías especializadas en otros minerales como el zinc.
De acuerdo con los datos del centro de inteligencia de minerales críticos del Reino Unido, China produce el 94 % de todo el galio del mundo. Un 4 % extra es producido por Rusia. Por el lado del germanio, produce hasta un 83 % de la cuota general del mercado.
Sus usos son variados. El galio metálico se utiliza en la fabricación de semiconductores compuestos para televisores, celulares, panales solares y radares.
El germanio, por su parte, se incluye en la comunicación por fibra óptica, lentes de visión nocturna e incluso la conquista del espacio, ya que son base de los paneles solares de las sondas.
En teoría, reemplazar ambos materiales no debería ser tan complicado, claro, si tienes tiempo y dinero.
China se ha caracterizado por ajustar sus plantas para que su producción no sea costosa, provocando también que otros países como Alemania y Kazajistán reduzcan sus volúmenes.
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Respuesta al golpe
La medida llega luego de los múltiples golpes brindados por Estados Unidos para limitar la capacidad de China de producir sus propios chips o seguir desarrollando inteligencia artificial.
El portavoz del Ministerio de Exteriores del país, Mao Ning, ha evitado toda declaración que pueda señalar que la limitación responda a las restricciones de los países occidentales, y más bien ha defendido el compromiso de China con las “cadenas de suministros globales seguras y estables”.
“China siempre está comprometida con mantener las cadenas industriales y de suministro globales seguras y estables, y siempre ha implementado medidas de control de exportaciones justas, razonables y no discriminatorias”, refirió.
La "guerra de los semiconductores" entre Estados Unidos y China empezó en octubre de 2022, cuando Washington tomó medidas para restringir el acceso de Pekín a los últimos desarrollos en esa tecnología, argumentando cuestiones de seguridad nacional. Asimismo, Estados Unidos ha presionado a sus aliados, como Países Bajos, Japón y el bloque de la Unión Europea a que se sumen a sus medidas restrictivas.
China refutó esas apreciaciones y acusó al gobierno norteamericano de practicar un "terrorismo tecnológico" y de obstaculizar injustamente su crecimiento económico.
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