Facebook y la denuncia de sus moderadores en África: un trabajo ‘que no es para humanos’

Un trabajo que “no es para humanos”. Así califican su labor cientos de trabajadores de Meta en Kenia, Uganda, Etiopía, Sudáfrica y Somalia, quienes tienen la difícil tarea de moderar los contenidos que se publican en sus redes sociales.

Estos empleados fueron subcontratados por una empresa llamada Samasource Kenya EPZ, también conocida como Sama, y reclaman un mejor acompañamiento y “un mejor trato” debido a todos los traumas sufridos en medio de esta complicada labor.

Muertes, decapitaciones y más

La agencia de noticias AFP recoge algunos tristes testimonios de lo que sufrían los africanos en esta labor.

Solo en su primer día como moderador en Nairobi, Trevin Brownie tuvo que ver “un video en el que un hombre se suicidaba mientras un niño de 2 años jugaba a su lado”. Esta experiencia “lo puso enfermo y le provocó náuseas y vómitos. Pero tenía que seguir”.

Entre 2020 y 2023, periodo en el que trabajó, tuvo que ver “decapitaciones, violaciones, órganos arrancados de cuerpos y pedofilia del más alto nivel”, todo con el fin de eliminarlos y evitar que llegaran a ser vistos por los usuarios en general de la plataforma.

“Los humanos hacen cosas a otros humanos que nunca habría imaginado”, señala. “La gente no tiene idea de los videos morbosos de los que se libran”.

Las fuentes del medio señalan que tienen síntomas del síndrome de estrés postraumático y dificultades para relacionarse con la familia y la sociedad. Brownie, por ejemplo, asegura que “no puede volver a ver a los niños por culpa de los videos de niños soldados que ha tenido que eliminar”.

Las denuncias

Actualmente, han sido 184 los exmoderadores los que han denunciado a Sama y Meta por el pobre acompañamiento en salud y psicología en sus labores. Ellos incluso fueron despedidos tras las quejas de sus centros de trabajos.

Asimismo, señalan que incluso se sufre de tráfico de personas para que puedan llegar nuevos empleados a estos centros de moderación: señalan que muchos fueron engañados con el contenido que iban a ver como parte del trabajo.

Este caso fue denunciado de forma paralela por Daniel Motaung, quien presentó su queja en mayo de 2022 ante un tribunal de Nairobi por contrataciones engañosas: afirman que Sama los convocó para trabajar en centros de atención telefónica.

El denunciante asegura que tenía que pasar ocho horas al día viendo “videos de suicidios, violencia, incitación a la violencia y explotación sexual de niños”. Al día debían analizar entre 270 y 450 publicaciones al día, dedicándole hasta un minuto a visualizar cada una de las imágenes.

Por el momento, un juez de Kenia ha ordenado que los empleados despedidos sigan recibiendo su sueldo por parte de Sama.

"Mi opinión es que ningún humano debería hacer eso. No es un oficio para humanos", explica Trevin Brownie. "Francamente, me gustaría que la inteligencia artificial pudiera hacer ese trabajo".

La defensa de Meta

En declaraciones a la agencia, Meta señala que las empresas subcontratadas “deben brindar asesoramiento individual y un apoyo adicional para quienes están expuestos a un contenido más difícil”.

La compañía recalca que compañías como Sama deben “proporcionar asistencia las 24 horass del día, los 7 días de la semana, con profesionales formados” desde el primer día del contrato. Los denunciantes aseguran que “nunca hubo un seguimiento” en sus casos e incluso dudan de que hayan sido sesiones confidenciales.

Asimismo, Meta ha declarado que “no es empleadora directa de dichos moderadores”, por lo que la subcontratada es la que debe responder por dichas demandas.

El sueldo de los más beneficiados con esta labor era de 40 mil chelines, unos 287 dólares mensuales. “Tenía la impresión de que me estaba haciendo daño, pero por una buena razón, que el sacrificio valía la pena por el bien de la sociedad", señala Brownie.

“Sin nosotros, las redes sociales no pueden existir”, finaliza.