Dina Boluarte debería aclarar rápida y prolijamente las condiciones de la adquisición de sus relojes Rolex, porque lo que ha dicho hasta ahora no parece haber sido convincente.
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El anuncio de diligencias preliminares de la Fiscalía contra la presidenta Dina Boluarte llega en el peor momento posible. El caso tiene la apariencia de un incidente banal, pero ya sabemos que según el dicho popular “el diablo se halla en los detalles”. Por lo pronto la Fiscalía se ha tomado muy en serio la posibilidad de que la posesión de costosos relojes de una conocida marca suiza pueda estar asociada al “delito de enriquecimiento ilícito y a la omisión de consignar declaración en documentos”. Si no fuera así, la señora Boluarte debería aclarar rápida y prolijamente las condiciones de su adquisición, porque lo que ha dicho hasta ahora no parece haber sido convincente. Y en efecto, el costo de la marca suiza se ubica muy por encima de lo que la señora Boluarte ganaba como funcionaria de Reniec, antes de ser vicepresidenta y ministra de Pedro Castillo. Sucede que los relojes Rolex desde su creación en 1905 tienen número de fabricación y su adquisición requiere procedimientos debidamente bancarizados. Si así procedió la señora Boluarte, le será fácil mostrar los documentos requeridos. En caso contrario, su situación podría complicarse y contribuir a la precariedad de nuestras instituciones. Aprobemos o no su gestión presidencial, el Perú necesita una Jefa de Estado que sepa escuchar las demandas de la población y actuar para moderar los frentes de conflicto que se multiplican entre instituciones del Estado, en particular por la pretensión sin fundamento de convertir al Congreso en “el primer poder del Estado”. La indagación fiscal sobre los relojes de la presidenta Boluarte recuerda numerosos casos de dirigentes políticos de diferentes países que recibieron regalos del Emirato de Qatar y otras monarquías orientales. Esperemos que Dina Boluarte sea capaz de dar explicaciones documentadas y que no contribuya a perturbar las primeras señales de recuperación económica.
Las cosas como son
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