El presidente Pedro Castillo debe tomar una decisión, respecto a su flamante premier Héctor Valer, luego de conocerse las graves denuncias por agresión contra su hija y esposa. ¿Cuántos días le tomará pronunciarse? Aquí un promedio de los días que demoró en resolver pasadas crisis.
La toma de decisiones es un proceso de suma importancia para todo político, y lo es aún más en un presidente. A lo largo de estos seis meses de Gobierno, el mandatario Pedro Castillo se ha caracterizado por dilatar sus decisiones y preferir el silencio. En esta nota, repasamos algunas situaciones públicas en las que el mandatario evidenció cuánto demoró en tomar decisiones.
1. Guido Bellido (46 días)
La designación de Guido Bellido en la Presidencia del Consejo de Ministros era la cuota de Perú Libre en el gobierno que Pedro Castillo inició en julio de 2021. El propio Bellido contó que su nombre fue sugerido, luego de que Roger Nájar, otro hombre de confianza de Vladimir Cerrón, fuera desestimado para asumir el cargo por sus antecedentes. En RPP Noticias, Bellido contó que cuando asumió el cargo, el gabinete ya estaba armado. Según la Constitución, el presidente nombra a los ministros que son propuestos por el Presidente del Consejo de Ministros.
Bellido recibió críticas, debido a que tenía abierto una investigación fiscal por apología al terrorismo y además había tenido expresiones machistas y sexistas. Su designación y la conformación de su gabinete fue percibida por congresistas y analistas como de “choque” contra el Parlamento.
Sudaca reportó que el sábado 21 de agosto, se había producido una reunión en la casa del ministro de Justicia, Aníbal Torres, entre el presidente Castillo y Vladimir Cerrón, en la que estuvieron también Guido Bellido y el exmagistrado Francisco Eguiguren.
Eguiguren confirmó a RPP Noticias la realización de esa reunión donde dijo que el presidente le había pedido a "convocar a personas más independientes, que pudieran convocar mayores acuerdos”. Por esos días, Cerrón tuiteaba: “Defraudar las expectativas del pueblo sería hacer de este gobierno un segundo humalismo, continuando políticas neoliberales o incorporando a exministro de Justicia que ha empezado un sabotaje al premier anhelando ese puesto y dispuesto a conciliar lo que sea”.
Si por esos días, el presidente consideraba cambiar a Guido Bellido, esto no se materializó hasta el 6 de octubre. En total fueron 46 días en los que el presidente demoró en tomar una decisión respecto al futuro de Guido Bellido.
2. Iber Maraví (37 días)
En el gabinete de Guido Bellido, el entonces ministro de Trabajo, Íber Maraví, fue uno de los más cuestionados por sus presuntas vinculaciones con Sendero Luminoso en los años 80 en Ayacucho. Atestados policiales de esos años recogían los testimonios de senderistas que señalaban que Maraví habría participado en atentados realizados por la organización terrorista.
Maraví gozaba de la confianza del presidente Castillo y una de sus primeras acciones en el Ministerio de Trabajo fue otorgar la inscripción al FENATE, sindicato magisterial que lidera el presidente.
El 27 de agosto, el gabinete Bellido obtuvo la confianza del Congreso de la República, aunque varias bancadas solicitaron la salida de Maraví. El 30 de agosto, el entonces premier Guido Bellido informó que había “recomendado” al presidente la salida de Maraví del gabinete. Ese día, Maraví indicó que no había renunciado, pero sí “puso su cargo a disposición” del presidente Pedro Castillo. El presidente se mantuvo en silencio por esos días, mientras que el Congreso aprobó una interpelación a Maraví que se produjo un mes después: el 30 de septiembre.
La moción de censura contra Maraví comenzó a correr después de su interpelación. El 5 de octubre, el presidente indicó en una actividad “algunos espacios se han metido el chip de la interpelación y la censura, habiendo tantas cosas por hacer”. El 6 de octubre, Pedro Castillo aceptó la renuncia de Guido Bellido a la Presidencia del Consejo de Ministros, con lo que se produjo la crisis total del gabinete. Maraví fue reemplazado por la congresista Betssy Chávez en la cartera de Trabajo.
En total fueron 37 días en los que el presidente demoró en tomar una decisión, respecto a Maraví.
3. Walter Ayala (7 días)
Walter Ayala fue ratificado en su cargo como titular de Defensa en el gabinete que lideró Mirtha Vásquez, pese a que ya traía algunos cuestionamientos por su falta de experiencia en el sector cuando fue nombrado.
El 8 de noviembre, el general EP José Vizcarra Álvarez, excomandante General del Ejército, denunció públicamente en RPP Noticias que su pase al retiro —tan solo tres meses después de haber sido nombrado — se debió a que no accedió a las presiones que recibió de parte del entonces secretario presidencial Bruno Pacheco, el ministro de Defensa Walter Ayala y el presidente Castillo para el ascenso de generales.
"Yo sí recibí algunos pedidos, que me hicieron conocer antes del proceso. A través del secretario Bruno Pacheco y el ministro de Defensa y los mensajes de a través del Edecán del ministro de Defensa. Eran varios los recomendados y en diversos grados", manifestó.
Ese día 8 de noviembre por la noche, el ministro informaba que ponía su cargo a disposición del presidente. Sin embargo, dos días después, Ayala señalaba que el presidente le había dicho que “siga trabajando”. Desde el Congreso, se alistaba una moción de interpelación contra Ayala.
El 14 de noviembre, Ayala anunció en Twitter que había presentado su renuncia irrevocable al cargo. Al día siguiente, el presidente aceptó su renuncia y el 17 de noviembre, Juan Carrasco juró como su reemplazo en Defensa. En total fueron 7 días los que el presidente se tomó para decidir sobre el futuro de Ayala.
4. Bruno Pacheco (16 días)
Bruno Pacheco es el hombre de confianza del presidente Pedro Castillo. Pasó de resguardarlo durante la campaña electoral a tener el cargo de secretario general del despacho presidencial. La gestión de Francisco Sagasti rebajó los requisitos que eran exigidos para que pueda tener dicho cargo. Se pasó de exigir una experiencia mínima de 10 años en la administración pública y/o privada y también 5 años de experiencia en conducción de personal a solo ser designado por el presidente.
Bruno Pacheco entró al círculo de confianza del presidente, luego de estar junto a él en las luchas sindicales en el sindicato de Fenatep.
Al conocerse por parte del general José Vizcarra que hubo presiones por parte de Pacheco, los focos comenzaron a estar puestos sobre el entonces secretario presidencial. Sin embargo, hasta el 14 de noviembre, Pacheco descartaba una renuncia: “¿Por qué me voy a tener que ir? Si yo no he tenido nada que ver. Lo único que he hecho simplemente es realizar mi trabajo, por lo tanto el presidente esto lo tiene bien claro, yo he realizado mi trabajo y sigo realizando el trabajo al cual estoy debido en Palacio de Gobierno”, dijo al dominical Panorama.
El 15 de noviembre, el portal Lima Gris reveló chats en el que Pacheco escribe insistentemente presionando a Luis Enrique Vera Castillo, jefe de la Sunat, con el fin de favorecer a empresas que tienen deuda con dicha entidad.
Congresistas, la entonces premier Mirtha Vásquez y el entonces ministro de Economía, Pedro Francke, declararon que Pacheco debía renunciar. El presidente se mantuvo en silencio. Finalmente, Pacheco presentó su renuncia el 19 de noviembre.
Sin embargo, el Gobierno recién hizo oficial la salida de Bruno Pacheco de la Secretaría General del Despacho Presidencial, cuatro días después de que presentará su renuncia, y luego de que en la víspera se revelara en medios de comunicación el hallazgo de 20 mil dólares en el baño privado de su oficina en Palacio de Gobierno por parte de la Fiscalía. La resolución en la que se acepta la renuncia de Pacheco fue publicada la noche del martes en una edición extraordinaria del diario oficial El Peruano. El presidente demoró en total 16 días en tomar una decisión sobre Pacheco.
5. Luis Barranzuela (2 días)
El ingreso de Luis Barranzuela en el Ministerio del Interior fue cuestionado por haber sido abogado de Perú Libre hasta antes de ser ministro. El escándalo llegó la noche del 31 de octubre, cuando fue captado en horas de la noche realizando una fiesta en su vivienda, pese a que días antes su propia cartera emitió un comunicado recordando que estaban prohibidas las reuniones sociales para evitar el incremento de casos por COVID-19.
El 1 noviembre, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, envió un oficio al ministro del Interior, Luis Barranzuela, solicitando que "en el más breve plazo" acuda ante su despacho y brinde explicaciones en torno a la fiesta que realizó en su vivienda este último domingo.
Luego, la premier Vásquez informó que recibió las explicaciones que consideró de “inaceptables”, y señaló que iba a esperar que el presidente Castillo regresara de su viaje para tomar una decisión. El 2 noviembre, el presidente comunicó su decisión vía Twitter que había aceptado la renuncia de Luis Barranzuela. En esta ocasión, la decisión del presidente demoró solo 48 horas.
6. Javier Gallardo (16 días)
IDL-Reporteros reportó que desde diciembre se vivió una tensión interna entre el entonces ministro del Interior, Avelino Guillén y el entonces comandante general de la PNP, Javier Gallardo, por los ascensos y colocaciones de generales dentro de la institución. De acuerdo a la publicación, Gallardo incluyó en su lista de generales para pasar al retiro a personas que Guillén consideraba idóneas en sus puestos.
Al ver que el mando policial tomaba una actitud de insubordinación, Guillén le presentó al presidente Castillo el pasado 14 de enero, una resolución para pasar al retiro a Gallardo. Sin embargo, el presidente rehuyó de tomar una decisión.
En la entrevista que ofreció al semanario ‘Hildebrandt en sus trece’, publicada el 21 de enero, respondió así a la crisis suscitada en el sector Interior: "Veo que cada quien asume su función correspondiente, estamos dándoles el tiempo y el espacio para que resuelvan los problemas".
El presidente recién adoptó una decisión sobre Gallardo, luego de que Avelino Guillén presentó su renuncia al cargo el viernes 28. Incluso, esperó hasta el domingo 30 para pronunciarse sobre la situación: aceptó la renuncia de Guillén y pasó al retiro a Gallardo. En total, el presidente demoró 16 días en adoptar esta decisión, que finalmente derivó en la crisis total del gabinete de Mirtha Vásquez, luego de que ella renunciara al no llegar a un acuerdo sobre el reemplazo de Guillén.
El presidente tiene ahora que tomar una nueva decisión política, si seguirá respaldando en su cargo a Héctor Valer como presidente del Consejo de Ministros, luego de conocerse que tiene denuncias por violencia familiar de parte de su hija y esposa, quien obtuvo medidas de protección por parte de un juzgado en el 2017. Sus exvecinos de San Borja lo han descrito como ‘conflictivo’ y ‘pegalón’.
Luego de este recuento, podemos señalar que el presidente demora en promedio 20 días en tomar una decisión ante situaciones de crisis.
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Héctor Valer luego precisó que en ese momento el presidente Pedro Castillo no le ofreció la jefatura del Consejo de Ministros.
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