Geiner Alvarado no logra aferrarse a su ministerio, por Fernando Carvallo [COLUMNA]

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El ministro Geiner Alvarado fue censurado ayer por una amplia mayoría, 94 votos a favor de la censura y solo 14 contra. Incluso en su propio campo, 10 congresistas de Perú Libre votaron a favor de la censura, uno en contra y tres abstenciones. Alvarado solo fue defendido de manera clara por dos bancadas: los cinco miembros de Perú Democrático y cinco de los ocho del Bloque Magisterial.

Así termina su carrera en el gabinete uno de los cuatro ministros que persistían desde el inicio del mandato de Pedro Castillo, aunque ejerció primero la cartera de Vivienda, antes de reemplazar en el ministerio de Transportes al ahora prófugo Juan Silva. Su salida ha puesto en evidencia su primera discrepancia con el presidente, quien declaró que la censura es “un derecho y una prerrogativa que tiene el Congreso”. Castillo dijo incluso que los ministros se hallan “en constante evaluación y los hacemos asumir responsabilidades en el marco de una agenda”. Es probable que Castillo estuviera motivado por apaciguar sus relaciones con el Congreso, en vísperas de reunirse con José Williams. Y quizás incluso, de favorecer, como lo consiguió, que lo autoricen a viajar a Nueva York la semana próxima.

Alvarado creyó que podría defender su cartera en el fuero judicial, puesto que interpuso una Acción de Amparo considerando que su censura constituía una “violación a su derecho al trabajo, a la participación en la vida política e incluso una violación al derecho fundamental a la dignidad”. Al parecer, por alguna extraña razón, el exministro Alvarado piensa que fuera del gabinete, no puede trabajar, ni siquiera asegurar su dignidad. Más le valdría usar a su abogado para defenderse de la denuncia de pertenecer a una organización criminal. Por lo pronto la Fiscalía ha solicitado que se le impida salir del país.

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