Es posible que, en las Elecciones 2026, los peruanos tengan que elegir al próximo presidente entre 38 candidatos que presenten los partidos políticos, y deban revisar las propuestas de un sin número de postulantes al Congreso. ¿Por qué este escenario podría terminar siendo perjudicial para el país? Conoce más en este informe.
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A dos meses de haber iniciado el año 2024, existe la posibilidad de que 38 partidos políticos se enfrenten en las Elecciones 2026 y, en consecuencia, que presenten a la ciudadanía un número similar de candidatos a la Presidencia de la República, además de amplia cantidad de postulantes al Congreso.
Hasta el cierre de este informe, 25 organizaciones políticas están inscritas para participar en los futuros comicios y otras 13 todavía se encuentran en proceso de inscripción, según el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Esta cifra ha ido aumentando en los últimos años en relación a cada nuevo proceso electoral que ocurría en el Perú.
En las elecciones generales de 1985, donde resultó electo Alan García, se presentaron nueve candidatos a la Presidencia de la República. Para los comicios del 2006, en el que volvió a resultar ganador García Pérez, el número de postulantes se incrementó a 20; mientras que, en el proceso electoral del 2021, que tuvo como elegido a Pedro Castillo, la cifra fue de 18 candidatos.
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¿A qué escenario nos estaríamos enfrentando?
Dada la posibilidad de que 38 partidos políticos (siempre pueden reducirse conforme se presenten tachas o el JNE encuentre irregularidades) presenten aspirantes a la Presidencia en el 2026, se estaría cuadruplicando la cantidad de candidatos que se presentaron en elecciones hace 40 años. ¿Qué efectos podría tener para el país y cómo impactará en el ciudadano un escenario con tantos candidatos presidenciales?
Para el abogado especialista en temas electorales Manuel Chuquillanqui, el elevado número de representantes que presenten los partidos políticos podría hacer aún más complicada la elección para los peruanos, partiendo del supuesto de que la ciudadanía busca conocer e informarse sobre cada una de las propuestas o planes que estas organizaciones impulsan.
“El ciudadano no solamente va a tener que comparar cuáles son las ofertas que tienen cada uno de los partidos políticos, que de por sí ya son bastantes, 25 (inscritos hasta el momento) es un número bastante alto (...) de por sí estamos ante una elección más complicada para el ciudadano, sin ningún beneficio que facilite este proceso”, precisa.
Otro aspecto a tener en cuenta es la baja calidad de candidatos que presentan los partidos, elegidos en su mayoría por un pequeño grupo de poder al interior del partido político: una "cúpula partidaria". Esta práctica se mantendrá con la eliminación de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, conocidas como PASO, advierte la politóloga Katherine Zegarra.
“En muchos casos lo que los peruanos enfrentan es una mala oferta política y tienen que elegir al mal menor en muchas ocasiones. Vemos que los candidatos cada vez tienen menos apoyo y quienes pasan a segunda vuelta, son en la mayoría, candidatos que no han sido elegidos por una importante cantidad de peruanos”, indica. “[Con la eliminación de las PASO] no vamos a estar involucrados en el proceso de decisión sobre las candidaturas, sino que va a ser nuevamente una élite, la cúpula del partido, quien elija a la líder o el líder de turno, quizá una persona muy popular, que genera o intente generar apoyo de la ciudadanía; o al dueño del partido, que no necesariamente es la persona que genera más confianza a los peruanos”, añade.
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Muchos partidos, poca legitimidad
Asimismo, tener demasiadas opciones a la Presidencia de la República puede hacer que el voto de los ciudadanos se fragmente y que quienes finalmente a avancen a segunda vuelta lo hagan con un bajísimo apoyo de votos, agravando aún más la situación vista en años recientes, señala Fernando Velezmoro, abogado especialista en derecho constitucional y electoral.
“El candidato que es elegido de esa manera [con pocos votos] nace con un vicio (...) si yo voté por el que quedó tercero en la primera vuelta, luego me veré obligado a apoyar entre los dos que queden para la segunda. Entonces, esa va a ser una simpatía de cascarón porque evidentemente hay una escasa representatividad [fueron elegidos por un pequeño grupo de peruanos]. Eso pasa porque hay demasiados candidatos en la primera vuelta”, recalca.
La creación de más partidos no es mala para la democracia, lo malo es que estas organizaciones sean débiles y que estén desconectadas de las reales necesidades de la población. Apuntar hacia un sistema de partidos serio, fomentar las alianzas ente ellos y que presenten mejores candidatos están en las manos de las propias agrupaciones políticas, pero también de sus representantes en el Congreso de la República.
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