El quiebre de la bancada de Perú Libre: ¿Cómo se ha dividido el partido oficialista en el Congreso?

La reciente renuncia de un grupo de congresistas a la bancada de Perú Libre terminó de quebrar la bancada oficialista, que en julio de 2021 alcanzó colocar 37 legisladores en el Congreso. En medio de un año, el grupo parlamentario se fue partiendo hasta dividirse hasta que 4 subgrupos que se han convertido en nuevas bancadas.

En un principio se evidenciaron dos grupos claros dentro de la bancada: los 'cerronistas' (cercanos al fundador del partido, Vladimir Cerrón) y los 'magisteriales' (miembros del Magisterio, afines al presidente Pedro Castillo).

Se desprendió un primer grupo liderado por los congresistas Guillermo Bermejo, al cual se unió la exministra Betssy Chávez, otro grupo de ahora exmiembros de Perú Libre y dos legisladores de Renovación Popular (Héctor Valer) y Acción Popular (Javier Zeballos) para conformar la bancada Perú Democrático.

Conforme pasaron los meses, y luego de tener desacuerdos sobre la elección del Tribunal Constitucional, los docentes de Perú Libre oficializaron la creación de la Bancada Magisterial, con 10 congresistas al que se habría unido, de acuerdo con las declaraciones del parlamentario Álex Paredes, el exministro Óscar Zea.

Finalmente, el cuarto grupo que se separó de los perulibristas está conformado por los renunciantes Elías Varas, Jorge Marticorena, Jorge Coayla, José Balcázar y Víctor Cutipa, quienes solicitaron la conformación de la bancada Perú Bicentenario.

La división en Perú Libre

Bancada Oficialista (16 congresistas): María Aguero Gutiérrez, Guido Bellido Ugarte, Waldemar Cerrón Rojas, Flavio Cruz Mamani, Alex Florez Ramírez, Américo Gonza Castillo, Segundo Montalvo Cubas, Margot Palacios Huamán, Alfredo Pariona Sinche, Kelly Portalatino Ávalos, Wilson Quispe Mamani, Jaime Quito Sarmiento, Abel Reyes Cam, Milagros Rivas, Silvana Robles Araujo y María Taipe Coronado.

Bancada Magisterial (11 congresistas): Pasión Dávila, Paul Gutiérrez Ticona, Elizabeth Medina Hermosilla, Francis Paredes Castro, Álex Paredes González, Segundo Quiroz Barboza, Germán Tacuri Valdivia, Edgar Tello Montes, Katy Ugarte Mamani, Lucinda Vásquez Vela y Óscar Zea.

Bancada Perú Democrático (5 congresistas): Guillermo Bermejo Rojas, Betssy Chávez Chino, Hamlet Echeverría Rodríguez, Luis Kamiche Morante y Nieves Limachi Quispe (a ellos también se sumaron parlamentarios libres de otras bancadas). 

Bancada Perú Bicentenario (5 congresistas): José Balcázar Zelada, Jorge Coayla Juárez, Víctor Cutipa Ccama, Jorhe Marticorena y Elías Varas Meléndez.

Un Congreso (más) fragmentado

Con el quiebre de Perú Libre, y si consideramos que otras bancadas también tuvieron renuncias, de las 10 bancadas (incluyendo a los tres del Partido Morado) que iniciaron en julio de 2021, ahora se podrían contar hasta 14 grupos políticos, entre bancadas y parlamentarios no agrupados. Esto tendría, como siempre, efecto directo en la relación Ejecutivo-Legislativo, con sus implicancias para los peruanos en general.

"La fragmentación dentro del Congreso tiene implicancias en dos niveles: a nivel interno, cambia la dinámica del propio Parlamento; y a nivel externo también cambia la relación con el Ejecutivo", comenta el politólogo Fernando Tincopa. "La primera consecuencia [interna] de perder miembros de una bancada es perder presidencias de comisiones. Estas comisiones son importantes porque priorizan selectivamente los Proyectos de Ley que van a ser discutidos y luego agendados para su aprobación en el pleno. Tienen un poder muy fuerte al momento de crear la agenda legislativa", agrega.

Tincopa, especialista del Centro Wiñaq, agrega que con las presidencias de las comisiones se negocian las alianzas congresales, "en las que el respaldo de un partido a otro partido se da a cambio de que se respalden mutuamente los proyectos de ley que tienen uno y otro". 

La fragmentación en el Parlamento, considera el politólogo, "genera liderazgos más débiles y empodera a las bancadas más estables a bancadas más estables y predecibles como Fuerza Popular, que no ha perdido congresistas, que vota homogéneamente, y que ahora tiene un poder relativo mayor al de antes". A nivel externo, sostiene Tincopa, el Ejecutivo "antes tenía a Perú Libre como un 'salvoconducto' para evitar la vacancia. Ahora tiene que negociar con varias otras bancadas que tienen igual o mayor peso que el propio Perú Libre y que se vuelve ahora tanto o más importantes que esta para salvar al presidente de un posible proceso de vacancia en el Parlamento".

Finalmente, esto tendría repercusión, de acuerdo con Fernando Tincopa, en la repartición de cuotas de poder con el Ejecutivo también podría cambiar. "No sería raro ver que las asignación de poder de la cuota de Perú Libre vaya a ser reducida y se vaya a expresar en una menor participación de ministros de ese partido en próximos gabinetes. A diferencia de bancadas más grandes como Acción Popular, que se vuelve prácticamente indispensable para afrontar posibles procesos de vacancia. El Ejecutivo va a tener que asignarles mayor poder de negociación a estas bancadas grandes como Acción Popular y Alianza Para el Progreso".

¿Nos representan los partidos en el Congreso?

Establecido está que los grupos parlamentarios que tienen representación en el Congreso provienen de partidos políticos que han sido elegidos por los ciudadanos. En ese sentido, la creación de nuevas bancadas no representan necesariamente la elección de la ciudadanía, sostiene la politóloga Katherine Zegarra. "No hay claridad respecto a cuál es la ideología o los planes legislativos que pueden tener estas nuevas bancadas. Es decir, ¿a quiénes representarían? ¿Cuáles son sus principales objetivos en el Congreso? En ese sentido es negativa para la representación ciudadana la alta fragmentación", agrega.

Que las bancadas se hayan multiplicado, dando a luz a diversos grupos más pequeños (entre bancadas extra y no agrupados), dificulta la negociación y el consenso dentro del Parlamento. "Ya de por sí teníamos un Congreso altamente dividido. Sin embargo, con esta atomización que se está generando, hay mayores dificultades para que el propio Congreso se ponga de acuerdo por la alta cantidad de actores; y también hay una mayor dificultad del Ejecutivo para coordinar con el Legislativo. Casi que las negociaciones se tienen que hacer de manera individual que a nivel de grupo Legislativo", comenta Zegarra.

Para cerrar un año legislativo intenso, Katherine Zegarra señala la poca predictibilidad de los grupos políticos en el Congreso que esta fragmentación produce. "¿Quiénes serían los oficialistas? ¿Quiénes son de oposición? No hay claridad sobre el posicionamiento de los nuevos parlamentarios si es que estos ni siqueira se mantienen dentro de sus propios grupos legislativos".

Una vez más, las votaciones en temas importantes y, sobre todo, la postulación de la nueva Mesa Directiva del Congreso en julio próximo, nos darán una idea concreta de la orientación de la bancada oficialista y demás grupos parlamentarios en un Congreso que se divide cada vez más.