El Frontón y El Sepa, los penales de ayer que hoy son temas de discusión [INFORME]

En el Parlamento, hay por lo menos tres proyectos de ley para restablecer o reconstruir El Frontón y El Sepa, penales que hace más de tres décadas fueron cerrados y sus instalaciones quedaron abandonadas. 

Una de las iniciativas ha sido presentada por el legislador Alejandro Muñante, de Renovación Popular, quien propone trasladar a personas condenadas por delitos graves, con el fin de contribuir al alivio de la sobrepoblación existente en las cárceles peruanas.

“Tiene como finalidad la reconstrucción del penal, El Frontón, y la ampliación del penal de Challapalca, para que sean destinados a estos penales aquellos delincuentes que hayan sido sentenciados por la comisión de delitos graves, como homicidio calificado, sicariato, tráfico ilícito de drogas, violación sexual”, refirió.

El Frontón es una pequeña isla ubicada frente al Callao. El lugar fue elegido por el presidente José Pardo y Barreda para construir un penal, en 1917. Aunque estaba destinado a albergar a sentenciados por homicidio y otros graves delitos, dos años después de su inauguración sus tres pabellones recibieron a cientos de trabajadores que acataron un paro general. 

Con los años, El Frontón se convirtió en una cárcel política, en la que estuvieron recluidos Fernando Belaunde Terry antes de ser presidente de la República, el líder aprista Armando Villanueva del Campo y el dirigente de izquierda Hugo Blanco, entre otros.

En la década de los ochenta, el segundo gobierno de Fernando Belaunde remodeló la prisión y comenzó a recibir a acusados y condenados por terrorismo, quienes se amotinaron en 1986, durante el mandato de Alan García. El motín coordinado en tres penales terminó con la intervención de la entonces Guardia Republicana del Perú y la Marina de Guerra del Perú. En el Frontón, más de 120 reclusos fallecieron.

Tras los hechos, Alan García afirmó que habría sanciones contra los responsables.

“Este crimen horrendo que no tiene antecedentes, este crimen horroroso ha sido cometido operativamente con miembros de la Guardia Republicana, pero la responsabilidad alcanzará hasta donde debe alcanzar en la investigación. Nosotros, cuando hemos denunciado a los responsables directos, no vamos a silenciar ni vamos a encubrir a nadie”, dijo en aquella oportunidad.

El motín provocó el cierre del penal de El Frontón y en las décadas siguientes se plantearon varias propuestas para reabrir la prisión. Una de ellas fue hecha en julio de 2020, por el entonces ministro del Interior, Gastón Rodríguez, durante el Gobierno de Martín Vizcarra.

“Pero hay otra propuesta para reactivar penales que ya estén de repente en desuso, como El Frontón y también algunos otros centros penitenciarios a nivel nacional que, previa propuesta y también previa aceptación del Ministerio de Justicia, nos sirvan para poder ir recluyendo a estos delincuentes”, sostuvo.

Reapertura de penales

El actual proyecto del legislador Alejandro Muñante sostiene que la reconstrucción del penal de El Frontón y la ampliación de la cárcel de Challapalca permitirá que los delincuentes que hayan sido sentenciados por graves delitos purguen condena en penales de máxima seguridad.

Sin embargo, en la bancada de Renovación Popular, no todos están de acuerdo con la iniciativa. El legislador y almirante en situación de retiro, Jorge Montoya, consideró los altos costos que significaría el mantenimiento del penal de El Frontón.

“No es el sitio más adecuado. El que habla eso no conoce cuál es la dinámica que existe. En una isla, se necesita una logística especial muy cara y costosa, para mantener el abastecimiento permanente. Y para la construcción, sería una complicación logística tremenda. No es realizable un penal en El Frontón en las condiciones actuales”, comentó el legislador.

Similar opinión expresó José Cueto, también legislador de Renovación Popular y almirante en retiro. Ante los cuestionamientos, Muñante dijo que la reconstrucción del penal de El Frontón era una posibilidad y que el objetivo central de su proyecto es la construcción o ampliación de los penales.

En tanto, otros legisladores proponen la reapertura de la Colonia Penal Agrícola del Sepa, conocida popularmente como El Sepa, creada en 1951 por el entonces presidente Manuel Odría. Estuvo ubicada en la provincia de Atalaya, región Ucayali, cerca de la desembocadura del río Sepa. Albergó hasta 800 presos y fue cerrada en 1993. María Acuña, legisladora de Alianza para el Progreso, sostiene que allí los reos podrán ser productivos.

“Estamos proponiendo que El Sepa se vuelva a reabrir, porque esto ya funcionaba en la época de Odría y son 38 000 hectáreas de terrenos que ya estaban funcionando. Así es que nosotros lo que estamos proponiendo es que se vuelva a reabrir. Con esa experiencia, que se lleven a los internos allá y que estos puedan ser productivos”, apuntó.

A nivel nacional, existen 68 penales con capacidad para albergar a 41 mil reclusos, pero hasta enero de 2024 se registraban 95 mil reos, lo que evidencia una sobrepoblación del 130 % y la necesidad de contar con una política que permita tener más centros penitenciarios ante tanta población carcelaria.