El congresista de la bancada del Bloque Magisterial es el noveno al que se acusa de privar a sus subalternos de una parte de sus ingresos, lo que ha dado lugar a la expresión popular, mochasueldos.
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El congresista Edgar Tello ha publicado un pronunciamiento para defenderse de la denuncia formulada por la Procuraduría General del Estado. La denuncia procede de una trabajadora de su despacho congresal que le atribuye haberla querido forzar para que done parte de sus ingresos en beneficio de la carrera política de Tello. El congresista de la bancada del Bloque Magisterial es el noveno al que se acusa de privar a sus subalternos de una parte de sus ingresos, lo que ha dado lugar a la expresión popular, mochasueldos. La investigación fiscal deberá establecer si es cierto que la trabajadora fue víctima de hostigamiento laboral y de malos tratos por haberse negado a entregar la mitad de un bono de 9,000 soles que el Congreso distribuyó alegremente a sus trabajadores. La colaboradora de Tello estaba encinta, razón por la cual no pudo ser despedida, pero sí se le cambió de funciones para pasarla a un empleo de menor categoría y con menos remuneración. Al mismo tiempo se imputa a Tello haber solicitado dinero a la Oficina Comercial y Cultural de Taiwán, lo que está explícitamente prohibido por el reglamento del Congreso. Pero Tello desestima todas esas imputaciones y las atribuye a sus enemigos políticos, que quieren castigarlo por su lucha contra la corrupción. Dice incluso que el Congreso es la única institución que defiende la vigencia del orden constitucional. Y que los cuestionamientos que se le hacen son pura invención de sectores de la prensa y de los grupos de “poder enquistados en el Estado desde la administración anterior”. Las denuncias contra Tello deben ser investigadas de manera rápida y rigurosa. El Congreso goza de una aprobación que ha superado sus mínimos históricos. Las denuncias contra Tello y otros congresistas contribuyen a hacer perder la confianza en partidos y dirigentes, como si todos fuéramos iguales y la decencia fuese incompatible con la actividad política.
Las cosas como son
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