Según el diario La República, que accedió al testimonio de la escolta policial asignada a Juan Silva, el último mensaje que recibieron del exministro fue el viernes 3 de junio por la noche.
El sábado 4, el Poder Judicial ordenó la detención preliminar del exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, a pedido de la Fiscalía de la Nación. No obstante, la Policía Nacional del Perú (PNP) no pudo concretar la orden porque no pudo dar con su paradero.
Según un reportaje del diario La República publicado hoy, que accedió al testimonio de la escolta policial asignada al ex ministro, la última vez que vieron a Silva fue el jueves 2 de junio y el viernes 3 solo tuvieron contacto con él a través de un último mensaje por WhatsApp.
Según la referida publicación, la suboficial María Fuentes, escolta policial del exministro, dio testimonio al coronel PNP Juan Delgado Romero, jefe de la División de Seguridad de Dignatarios, que el último 3 de junio, a las 8 a.m., llegó al MTC para iniciar sus labores. Sin embargo, Silva no se comunicó con ella. Fuentes le envió a las 11am. un mensaje por WhatsApp al número de celular asignado al exministro para consultarle si iba a requerir servicio de protección y seguridad, pero no obtuvo respuesta.
Recién a las 11 pm., 12 horas después del mensaje de la suboficial Fuentes, Juan Silva le respondió: “Te aviso si mañana me deben acompañar en algún lugar”.
Inmediatamente, según su testimonio, María Fuentes comunicó esta novedad al coronel Delgado Romero. Fue lo último que la PNP supo del exministro quien, hasta ahora, se encuentra con paradero desconocido.
Cambios repentinos
Según el reportaje de La República, desde que la Fiscalía solicitó el impedimento de salida del país contra Juan Silva (25 de mayo), él trataba de prescindir de su escolta policial, integrada por los suboficiales PNP María Fuentes Merino y Cristian Espíritu Meza, y cambió repentinamente su itinerario diario.
El último 2 de junio, el suboficial Espíritu acompañó a Silva desde las 9 de la mañana hasta la 1 de la tarde. Esto porque, según reportó Espíritu a sus superiores, el exministro lo llamó por teléfono y le pidió que lo recogiera en la av. Arequipa. Al llegar, Silva estaba en un vehículo de lunas polarizadas acompañado de un desconocido que no era su abogado. Luego de ingresar a un local en San Luis, Espíritu se replegó al MTC hasta nuevo aviso.
El 4 de junio, luego del último mensaje de WhatsApp de Silva, los suboficiales Fuentes y Espíritu se dirigieron a la casa familiar del exministro en Puente Piedra. Ahí, Norma Sánchez Córdova, esposa de Silva, les manifestó que su cónyuge había salido muy temprano y que desconocía la hora en que regresaría a casa. Ese día, el Poder Judicial dictó 36 meses de impedimento de salida del país contra Juan Silva y también se ordenó su detención preliminar.
Al día siguiente, el domingo 5, la escolta de Silva regresó a la casa de Puente Piedra donde su esposa les comunicó que su cónyuge había salido con su abogado y que desconocía su hora de retorno. La suboficial María Fuentes trató de comunicarse con Juan Silva, pero su celular sonaba apagado. El lunes siguiente, Espíritu y Fuentes volvieron a acudir al domicilio del exministro pero nadie contestaba.
Fuga confirmada
El ministro del Interior, Dimitri Senmache, reconoció ayer ante la Comisión de Fiscalización del Congreso que Juan Silva se había fugado de las autoridades. Además señaló que no se pudo ubicar al exministro desde el 3 de junio por el sistema de videovigilancia.
"Esta videovigilancia termina con un informe de la Dircocor (Dirección Contra la Corrupción) de la Policía que señala el 3 de junio que en estos informes aparecen las fotos de todos los lugares donde se ha estado haciendo la videovigilancia y se le señala que en ningún momento de esos días el imputado no ha aparecido en estos puntos", señaló Senmache.
Además, aclaró que la Policía no podía hacer seguimiento al exministro porque no había una orden judicial al respecto.
"He escuchado a algunas personas salir en medios indicando que por qué la Policía no hizo el seguimiento. No podía hacer el seguimiento dado que no se enmarca dentro del pedido del procedimiento de videovigilancia. Si la Policía sigue a alguien sin una orden, está violando los derechos de esa persona y puede ocasionar problemas en el procedimiento que se le sigue", indicó.
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