El silencio del gobernador Oscorima

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Wilfredo Oscorima es un hombre con amplia y variada experiencia de los procedimientos judiciales. Ha sido investigado, juzgado por corrupción, condenado, prófugo y encarcelado, después de lo cual ganó un recurso de apelación que modificó la sentencia.

No es la primera vez que se desempeña como gobernador regional de Ayacucho, puesto que su primera elección remonta al 2011 con etiqueta de APP. Volvió a ser elegido el 2014 en nombre de un movimiento regional. Es también un empresario al que se atribuyen inversiones en el mundo de los casinos y los tragamonedas. Actualmente, se halla investigado por su presunta implicación en el caso Obrainsa.

El día de ayer se presentó ante la Fiscalía, que lo había convocado como testigo para interrogarlo sobre su colección de relojes Rolex.

Para nadie es un secreto que se ha especulado que él habría podido obsequiar un reloj suizo de lujo a la presidenta Dina Boluarte. Oscorima hubiera podido confirmar o desmentir el presunto regalo y apelar a gestos desinteresados para explicarlos.

En ese caso hoy estaríamos valorando su contribución a una indagación fiscal que perturba la vida pública y hace que sus actores vivan bajo una espada de Damocles. Pero Oscorima no dijo Sí ni No, optó por el silencio.

¿Qué puede ocultar su silencio? Y, ¿por qué dejar que la sombra de la sospecha siga afectando a la presidenta Boluarte y a las autoridades del Estado que se han precipitado a defenderla? El Perú necesita ser gobernado por gente que sea y que parezca honesta.

La señora Boluarte es investigada por dos razones: enriquecimiento ilícito y omisión de declaración. Hoy le toca a ella contestar a las preguntas de la Fiscalía. Esperemos que no siga el mal ejemplo dado por el gobernador Oscorima y que contribuya a que se establezca la verdad sobre el origen de sus joyas y de su patrimonio.

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