Tras recibir acompañamiento técnico, 11 centros de transformación ofertan este producto alternativo en pollerías y restaurantes de la capital y el norte del país.
En Lambayeque, once centros de transformación primaria (CTP) autorizados por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), trabajan con árboles cultivables como limón, mamey, tamarindo y guaba para promover el uso alternativo de carbón vegetal de frutales en las pollerías y restaurantes de la capital y el norte del país.
El administrador técnico del SERFOR Lambayeque, Ing. Jorge Alfaro Navarro, detalló que estos CTP se ubican principalmente en los distritos de Motupe (4) y Olmos (7), donde se busca mitigar la depredación del algarrobo (especie forestal emblemática del bosque seco del norte del Perú) e incentivar el aprovechamiento sostenible de los recursos del bosque.
"El SERFOR autoriza el establecimiento de centros de transformación y procesamiento de leña de especies frutales en carbón vegetal, así como, su acopio y comercialización. Nuestros bosques secos están amenazados, por eso, desde el SERFOR, buscamos alternativas para garantizar la sostenibilidad de nuestros recursos", agregó el encargado de SERFOR Lambayeque.
Experiencias con el carbón frutal
A 45 minutos del distrito de Olmos, en el caserío El Puente, Ricardo Sánchez Mayanga vigila como descargan la leña del árbol de limón que luego colocará en los cinco hornos artesanales (tipo colmena) que tiene su CTP, el cual funciona con autorización y acompañamiento del SERFOR Lambayeque desde el 2012.
Sánchez Mayanga, uno de los primeros en dedicarse a esta labor, nos cuenta que decidió producir carbón de árboles frutales para evitar que el algarrobo desaparezca de los bosques secos. Gracias a su esfuerzo, en promedio, produce 400 sacos (20 000 kg) al mes, los cuales son distribuidos a las ciudades de Lima, Chimbote y Cajamarca.
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"En el 2012 se voceaba que el algarrobo iba a entrar en veda, porque ya no había mucho árbol. A Olmos la llaman la tierra del limón, entonces, probé hacer carbón con estos árboles frutales y me salió un carbón excelente, tuvo acogida en el mercado y me quedé trabajando con eso. Las pollerías prefieren este carbón porque no chispea", explica.
Con el tiempo, la idea de utilizar este carbón alternativo se fue extendiendo y llegó hasta los oídos de Augusto Zapata Puse, quien el año pasado obtuvo la autorización del SERFOR para establecer su CTP en el caserío Overazal, a una hora de la ciudad de Olmos.
Tras colocar leña de tamarindo, limón y guaba, sus cuatro hornos producen alrededor de 300 sacos de carbón frutal (15 000 kg). "Voy lento, pero ya voy agarrando mi clientela. (A las pollerías) les diría que trabajen con este producto para que no terminen lo poco que queda de algarrobo", expresa.
Según el Decreto Supremo n.° 043-2006-AG, que establece la lista de especies amenazadas, el algarrobo se encuentra categorizado como vulnerable. A través de las autorizaciones de CTP, el SERFOR promueve el aprovechamiento sostenible de los recursos del bosque; asimismo, realiza inspecciones inopinadas para verificar la procedencia legal del producto.
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