Choferes solicitaron a las autoridades de Chiclayo arreglar las pistas. Indicaron que gastan 600 soles en promedio para darle mantenimiento a sus vehículos.
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Piden apoyo. Conductores de Chiclayo denunciaron el caos vehicular que se viene generando a causa de los huecos formados en las pistas por el colapso de los desagües.
José Serrato, colectivero que trabaja en la intercepción de avenida Miguel Grau y la calle Elías Aguirre, señaló que los mismos transportistas contrataron maquinaria para aplanar los huecos y evitar que sus vehículos se hundan, pero sus esfuerzos han sido en vano pues, al colapsar los desagües, los hoyos se hicieron aún más grandes, perjudicando la transitabilidad.
"Como ya terminaron las lluvias, nosotros, los transportistas, hicimos un aplanado. Contratamos una máquina que, posteriormente, recibió el apoyo de las maquinarias de la Municipalidad, quedando totalmente parejo. Pero, a raíz de los desagües, los huecos se hicieron más profundos. Poco o nada les interesa a las autoridades", indicó Serrato.
Por otro lado, el chofer indicó que todos los días los carros se atascan y tienen que gastar -en promedio- 600 soles para darles mantenimiento a los resortes. Ante ello, pidió la intervención de las autoridades para solucionar el problema de los desagües y para 'parchar' los huecos que se encuentran en la intersección.
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Vecinos de Chiclayo viven en medio del desagüe desde hace dos meses
Por otro lado, vecinos de la cuadra siete de la calle Juan Buendía, denunciaron a través de RPP Noticias que viven en medio de aguas servidas desde hace dos meses. Los propietarios de las viviendas señalaron que las aguas contaminadas se elevan con frecuencia, generando que las calles se vean como ríos de color verde. Según indicaron, han recurrido en reiteradas ocasiones a Epsel, la empresa prestadora de los servicios de saneamiento, y la Municipalidad de Chiclayo para exigir una solución a su problema; sin embargo, no han tenido éxito.
“El nivel de las aguas servidas siempre está arriba. Por cuenta propia, con todos los vecinos bajamos el nivel, pero vuelve a subir, notándose una constante contaminación. Con la esperanza y el ofrecimiento de Epsel y la municipalidad hemos tratado de corregir, pero no hay forma”, expresó Nelly Arce, una de las vecinas perjudicadas.
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