La Libertad: "No hay muertes por 'brujería', pero sí por enfermedades mal tratadas”, dice jefe de centro de salud de Chillia

El jefe del centro de salud del distrito de Chillia de la provincia de Pataz, en la región La Libertad, Gustavo Romero, descartó que, en esta ciudad, a la fecha, se haya registrado alguna muerte por “brujería”.

“No es posible que alguien fallezca por 'brujería'. Hasta la fecha y durante el tiempo que llevo aquí, no se ha registrado ningún caso. La causa de muerte más frecuente es por alguna enfermedad mal tratada o no tratada (causa natural) o por la edad”, manifestó a RPP Noticias, quien llegó a Chillia.

El profesional de salud detalló que, incluso, en los caseríos o anexos de Chillia, los fallecidos son enterrados sin ser antes revisados por el médico. Por ello, es que piden que una autoridad del sector certifique el deceso.

“Puede ser un alcalde menor, un juez de paz no letrado, un teniente gobernador o un dirigente ronderil, quien en un papel – muchas veces escrito a mano – nos detalla la causa de la muerte: qué síntomas presentaba y, sobre todo, que no sufrió ninguna clase de violencia. Según ese documento, nosotros damos el certificado de defunción”, contó a RPP Noticias.

Con relación a las denuncias por posibles muertes a causa de “brujería”, Gustavo Romero recordó que la familia de una joven de 26 años, quien sufría de fuertes dolores de cabeza y que convulsionaba, pensó que su mal era a causa del “daño” (como se conoce en esta zona a la hechicería o brujería). Sin embargo, la paciente había sido sometida a una resonancia magnética y sí se conocía su enfermedad.

“Todo lo que los pobladores no conocen, lo atribuyen a cosas mágicas, a brujería. La joven tenía un tumor cerebral y por eso presentaba esos síntomas, pero la familia no hacía caso a las evaluaciones y seguían creyendo que era brujería”, señaló.

Chillia: Presentaban moretones

El médico contó que las últimas dos mujeres liberadas luego de más de 10 días de estar supuestamente secuestradas y maltratadas por ronderos tras ser acusadas de “hechiceras”, tuvieron que pasar por una revisión médica que consistió en solo un examen físico, pues no se cuenta con servicios de radiografías ni ecógrafos.

“Solo pude ver moretones en los brazos, piernas, tórax, espalda, lesiones... que lo más seguro es que fueron causadas por los chicotazos. Una de las mujeres (Obtavia) los tenía más intensos que la otra (Irene). Incluso, Obtavia tenía dificultad para respirar, puede ser por un golpe que recibió. Son unas señoras de 60 años y la resistencia a los golpes físicos no es igual”, detalló.

 

Chillia: Falta de recursos

Romero comentó que en el centro de salud de Chilia laboran: dos médicos (uno por contrato CAS regular y otro serumista), cinco enfermeras, seis auxiliares técnicos y cuatro obstetras.

Ese personal debe atender a unos 20 mil habitantes. No cuentan con ambulancia, solo con una camioneta adaptada que se malogra constantemente; y también carecen de equipos e infraestructura médica.

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