La minera Buenaventura informó que ha suspendido sus operaciones hasta que las condiciones de seguridad sean las adecuadas en Huancavelica luego de que manifestantes ingresaran y destruyeran parte de las instalaciones.
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La empresa minera Buenaventura, ubicada en el distrito de Ccochaccasa, provincia de Angaraes, región Huancavelica, suspendió temporalmente sus operaciones tras la intervención violenta de un grupo de manifestantes en el campamento minero. Así lo confirmó la compañía a través de un comunicado.
Según la empresa, un grupo de comuneros irrumpieron ayer en el campamento para coaccionar al representante de Julcani a firmar un acta con contenidos con los que la compañía no está de acuerdo, exigiendo entre otras cosas que la unidad minera paralice totalmente y hasta nuevo aviso sus operaciones.
"A fin de velar por la integridad de los trabajadores, la Unidad Julcani ha iniciado la desmovilización de todo el personal y ha suspendido sus operaciones hasta que las condiciones de seguridad sean las adecuadas. Esta situación limita a la compañía a realizar actividades esenciales dentro de la operación, lo que pone en riesgo la seguridad ambiental de la zona", se lee en el comunicado de Buenaventura.
Según la minera, también obligaron a los trabajadores a dejar las instalaciones bajo amenazas, apedrear las oficinas y vehículos de la unidad minera y sustraer algunas pertenencias. La empresa advirtió además que esta situación ha sido comunicado al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental y al Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería para la determinación de las responsabilidades.
Las Bambas en riesgo
El presidente de la Cámara de Comercio de Apurímac, Edward Palacios, indicó que la paralización de Las Bambas es una "pérdida muy grande", porque la unidad representa casi el 80% del PBI regional y más del 1% del PBI nacional. Con el cierre de la mina, explicó, ya no se va a poder contar con dinero para "atender las brechas sociales y generar obras que atiendas las necesidades sociales".
Palacios mencionó que una parte de la población entiende que la paralización de Las Bambas es perjudicial para el desarrollo de la región y sabe que afectará al bolsillo de las familias apurimeñas. No obstante, precisó que hay otro grupo de personas que piensa diferente
"Hay otra parte de la población que ha sido azuzada, que es lamentablemente la que más necesita, que no ha visto reflejado esta bonanza económica en la región y que son azuzados diciéndoles: miren cómo se llevan nuestra riqueza, nuestro futuro y animales. Por supuesto que tienen justos reclamos, pero eso ha sido problema de los gobiernos subnacionales que no han sabido efectivizar en obras de desarrollo toda la bonanza económica que ha tenido Apurímac", manifestó.
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