A raíz de la alerta de un fenómeno de El Niño de magnitud global, especialistas, consultados por RPP Noticias, coinciden en que urge la construcción de las defensas ribereñas y la reubicación de las familias vulnerables para evitar las lamentables escenas que dejó el paso de El Niño Costero del 2017: viviendas inundadas, cientos de damnificados y centros poblados incomunicados.
El pasado 16 de marzo, la Comisión Multisectorial encargada del Estudio del Fenómeno El Niño (Enfen) anunció que el Perú ha cambiado el estado de vigilancia a alerta de El Niño Costero, un evento climático que se basa en el calentamiento persistente por tres meses de la temperatura superficial del mar cerca de la costa norte de nuestro país y Ecuador.
A una semana del anuncio de la entidad científica, especialistas, e incluso las propias entidades estatales, coinciden en que este evento sería la previa de un posible Fenómeno de El Niño. Y es que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó a inicios de marzo que, probablemente, en los próximos meses se instaure un episodio de El Niño que ejercería “un efecto de calentamiento”.
La OMM estimó que las probabilidades de que este evento climatológico se forme durante la primera mitad del año son bajas, con un 15% entre abril y junio.
Sin embargo, el organismo especializado de las Naciones Unidas previó que las posibilidades aumentarán gradualmente hasta un 35% para el periodo de mayo a junio y crecerán “notablemente” entre julio y agosto, con una posibilidad de 55%.
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En declaraciones a RPP Noticias, el director científico de Oceana Perú, Juan Carlos Riveros, afirmó que el eventual Niño Costero de 2023, cuya presencia se oficializaría desde mayo, sería un “ensayo” de lo que sería un fenómeno de magnitud global.
“Ahora parece que la situación se va a invertir y lo que tenemos es un Niño Costero que podría ser un ensayo o un avance de lo que va a ser un Niño global el próximo año, sobre lo cual se especula bastante ahorita. Hay muy altas probabilidades, pero no se sabe con certeza si es que va a ocurrir o no. Recién vamos a saberlo desde mayo, con un poco de suerte”, declaró.
Previamente, el presidente del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), Guillermo Baigorria, advirtió en RPP Noticias que, según los centros climáticos internacionales que monitorea la institución, desde octubre de este año se prevé la presencia de un Fenómeno de El Niño que afecte a toda la costa del Pacífico, con la posibilidad de que se extienda hasta inicios de 2024.
“Estamos hablando de un Niño global a escala de todo el Pacífico. Eso todavía está en proceso y la predicción irá incrementándose conforme pasa el tiempo. Por eso, tenemos que empezar a tomar acciones”, indicó.
¿Hay tiempo para realizar obras de prevención?
En declaraciones al dominical Panorama, el propio ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, reconoció el último domingo, 19 de marzo, que el Gobierno no tiene tiempo para concretar obras de prevención ante la posible llegada del Fenómeno de El Niño.
"No tenemos tiempo de acá hasta junio para hacer obras de prevención. No lo tenemos, lo que debemos hacer ahora es aguantar y soportar la contingencia y proteger a nuestra población", declaró.
Así también opinó el exministro de Vivienda y profesor principal de la Universidad Nacional de Ingeniería (Uni), Miguel Estrada, quien señaló que, a meses de un probable Fenómeno de El Niño, no hay tiempo de ejecutar grandes obras de infraestructura, entre ellas las defensas ribereñas y costeras.
“La gran obra de infraestructura no se va a poder hacer, eso debemos tenerlo en claro. Las obras de infraestructura a veces toman años en hacerlas, pero no por eso hay que dejarlas de hacer”, indicó el ingeniero.
Si bien coincidió con el ministro de Defensa en que no hay tiempo para ejecutar las obras de prevención, Estrada aseveró que sí se pueden realizar acciones como la limpieza del sistema actual del alcantarillado en las regiones costeras como una alternativa de desfogue del agua ante eventuales lluvias torrenciales, y así evitar las inundaciones que se han registrado en Lambayeque y Piura, tras el paso del ciclón Yaku.
“Lo que sí se puede hacer en este momento es evitar más riesgo, ¿cómo lo evitamos? A través del control y la fiscalización del uso del suelo; es decir, no permitir la ocupación de aquellas zonas que es muy probable que sean inundadas”, consideró.
Antes este escenario, el ministro Chávez Cresta señaló que por ahora el objetivo es reforzar los puntos críticos de todas las cuencas donde existe alta probabilidad de que se desborden los ríos. Asimismo, anunció que se evacuará de inmediato a las personas que habiten en las riberas que están en grave riesgo.
Prevenidos para el "escenario más alto"
En conversación con RPP Noticias, director científico de Oceana Perú, Juan Carlos Riveros, sostuvo que la alerta del Niño Costero de magnitudes débiles, que sería la previa de un fenómeno global, no debe tomarse a la ligera al recordar que nuestro sistema productivo, de comunicación, de regadíos y de acceso al agua no están acostumbrados a las lluvias torrenciales.
A este factor se suma la falta de planificación a la hora de construir viviendas; es decir, casas ubicadas en las orillas de los ríos y en las quebradas por donde, históricamente, ha discurrido el agua.
Para ejemplificar la situación, recordemos que hace semanas el aumento del caudal del río Chillón provocó que más de 30 viviendas ubicadas en las riberas, en los distritos de Comas y Puente Piedra, resultaran afectadas por la fuerza del agua.
"No tenemos defensas en las costas y siempre tenemos esa mala costumbre de ocupar territorios que están libres, pero por los cuales han transcurrido huaicos; entonces el problema es la combinación de una mayor cantidad de agua en la atmosfera y nuestra exposición natural, porque no estamos preparados o tenemos una mal ocupación territorial que no respeta el cauce del agua”, señaló el especialista.
Así, Riveros recalcó que los planes de prevención deben estar enfocados en preservar la vida humana, la propiedad (privada o pública), los bienes y los sistemas de producción, además de prever un desastre “en su magnitud real”.
“Lo que debemos tener en cuenta es que debemos tomar la previsión para el escenario más alto […]. Es como tener un vehículo, donde tienes que tener un cinturón de seguridad para evitar que las personas se dañen en el caso de un choque. No estás pensando si el choque va a ser fuerte o grande, tú simplemente estás pensando en que la gente dentro del vehículo tenga mayor seguridad”, aseveró el biólogo.
Albergues temporales para atender a posibles damnificados
Por su parte, la especialista en Gestión del Riesgos de Desastres del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), Olga Lozano, comentó a RPP Noticias que un fenómeno natural se convierte en “desastre” solamente cuando encuentra en condiciones de vulnerabilidad; es decir, lugares donde no debería haber personas e infraestructuras.
“Los desastres no son naturales, los fenómenos naturales pueden originar un desastre solo si encuentran condiciones de vulnerabilidad”, detalló.
Por eso, la arquitecta señaló que es necesario que el Estado peruano cuente con una “política real de vivienda efectiva” destinada a los sectores D y E, que, ante la falta de terrenos, optan por sitios que muchas veces resultan vulnerables a los embates de la naturaleza, como, por ejemplo, las riberas de los ríos.
“El Techo Propio no llega al sector D y E. Tiene que haber un tema de subsidios cruzados, pero de alguna forma hay que atender la necesidad de vivienda de esta población”, precisó.
“Esa persona que se ubicó al costado del río, ¿acaso lo hizo porque sabe que es peligroso? Pero no tiene lugar. No lo justifico, pero estoy entendido el por qué. […] El Estado tiene que ver qué tipos de programas hace, inclusive para el mejoramiento de viviendas”, agregó.
Lozano también consideró que, a raíz de la posibilidad de un Fenómeno de El Niño, urge que las autoridades ya cuenten con albergues temporales para poder reubicar a los que resulten afectados por los efectos del evento climatológico.
La identificación de zonas vulnerables
Mientras tanto, el expresidente del Senamhi, Patricio Valderrama, insistió en que es urgente que las autoridades locales y regionales identifiquen y localicen a las poblaciones más vulnerables por su ubicación cercana a quebradas y a orillas de los ríos, zonas de alto riesgo ante las lluvias torrenciales que suelen desatarse durante el periodo de El Niño.
“Lo primero que se tiene que hacer es identificar a la población que ya fue afectada y ejecutar un plan no solo de rehabilitación, sino de reubicación porque los que han sido afectados ahora, han sido afectados en el Fenómeno del Niño Costero del 2017; probablemente van a seguir siendo afectados en el siguiente fenómeno que tengamos”, comentó.
El especialista señaló que, si bien hay zonas que resultan difíciles de reubicar, es urgente que se trabaje en la prevención; es decir, enseñarle a la población local cómo debe actuar ante una emergencia natural: desde huaicos hasta deslizamientos de tierras.
“No se puede reubicar Chaclacayo, Chosica ni construir un nuevo Piura; entonces hagamos una comunidad que sepa enfrentar la emergencia, con sistemas de alerta temprana, educación, planes de acción y, sobre todo, con una concientización y una armonización del aparato estatal para atender la emergencia”, sentenció.
Un padrón para identificar a las poblaciones vulnerables ante una emergencia
A su turno, Felipe Parado Paredes, miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), señaló que es vital que los alcaldes locales cuenten con un “mapa de poblaciones”, un padrón que sirva para identificar a la población más vulnerable a fenómenos naturales en sus respectivas jurisdicciones.
Esta medida, según comentó el especialista en Gestión de Riesgo del Desastre, ayudaría a canalizar la ayuda a la población afectada.
“El alcalde puede tener un mapa de poblaciones, un padrón de cuántas personas, niños, hombres, mujeres, personas con discapacidad, hay. Ese es el gran problema que tenemos. No se sabe ni siquiera cuántas personas hay”, refirió.
El experto reiteró que deben tomarse acciones preventivas de cara a la posibilidad de que se produzca un fenómeno de El Niño, sin especular con la alternativa de que esto no ocurra.
“Nos dicen que hay la posibilidad de un Niño y estaríamos hablando de noviembre, diciembre, cuando estaría manifestándose las consecuencias del mismo. Puede alguien decir que puede que no ocurra: creo que no estamos para este tipo de situaciones”, puntualizó.
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