Niño Costero: claves para entender su significado e implicancias en el país

El Niño Costero que se registró en nuestro país en 2017 dejó un saldo de más de 160 fallecidos. | Fuente: Andina

Especialistas, consultados por RPP Noticias señalan que los efectos del Niño Costero ya comienzan a sentirse. Además, advierten de una eventual llegada de un Niño de magnitud global.

Inundaciones, viviendas destruidas y familias damnificadas. Ese el saldo que han dejado las lluvias torrenciales que ocasionaron los desbordes de los ríos y la activación de quebradas en regiones del norte del país como Lambayeque, La Libertad, Tumbes, así como en distritos limeños como Chaclacayo, Chosica y Cieneguilla.

En medio del paso del ciclón Yaku, la Comisión Multisectorial encargada del Estudio del Fenómeno ‘El Niño’ (Enfen) anunció la semana pasada que el Perú ha entrado a estado de alerta por el Fenómeno El Niño Costero debido a un aumento del calentamiento de la temperatura del mar durante el mes de marzo.

Hablar del Niño Costero trae a la memoria de más de uno los estragos que ocasionó este fenómeno en el 2017. Según reportes oficiales del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), el fenómeno El Niño Costero dejó un saldo de 162 personas fallecidas, 500 heridas y 19 desaparecidas; así como un total de 66 093 viviendas destruidas y 371 370 casas afectadas.

A raíz del anuncio del Enfen, es necesario conocer a qué se refieren las autoridades cuándo hablan de una alerta y qué condiciones se tienen que dar para oficializar la presencia de un Niño Costero.

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¿Qué es el Niño Costero?

El Niño Costero se define como un evento climático que se caracteriza por el calentamiento anómalo y persistente de la temperatura superficial del mar (TSM) en la región del Océano Pacífico cercana a la costa norte del Perú y de Ecuador, en una zona conocida como El Niño 1+2, que comprende a ambas naciones.

De acuerdo con el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), el Niño Costero puede estar asociado a lluvias muy fuertes durante el verano en las zonas medias y bajas de la costa norte e inclusive de la costa central, así como a impactos en el ecosistema marino peruano, según su magnitud y persistencia.

En entrevista con RPP Noticias, el director científico de Oceana Perú, Juan Carlos Riveros, explicó que el calentamiento de la franja del mar genera humedad que, posteriormente, es desplazada por los vientos hacia nuestras costas; lo que desencadena una serie de lluvias. 

“Esta franja de agua caliente, que en algunos casos puede ser de tres a cuatro grados por encima del promedio histórico, genera más humedad. Esa humedad, por los vientos, pasa a la costa y al entrar al contacto con los andes condensa el agua y lo que tenemos son las grandes lluvias que hemos tenido en las últimas dos semanas”, aclaró. 

Asimismo, el especialista de Oceana Perú detalló que, usualmente, la duración de un Niño Costero es de entre seis a ocho semanas. 

"El problema es que la duración en sí no es proporcional al daño que pueda causar; o sea, no es lo mismo tres semanas con cuatro grados de anomalía, que seis semanas con dos grados de anomalía", precisó. 

A su turno, el expresidente del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Patricio Valderrama, señaló que el este fenómeno climatológico es “bastante particular” porque afecta solo al Perú y Ecuador.

“El Niño se conoce cuando la mayor parte central del Pacífico Central se calienta y este genera ciertas condiciones. ¿Podemos estar en un escenario de Niño Costero? Probablemente, pero después de todo el nombre no va a ser la diferencia a los efectos que estamos sufriendo y que no estamos preparados”, aseveró. 

Mientras tanto, el ingeniero meteorólogo Jonathan Cárdenas explicó que los especialistas del Enfen utilizan el Índice Costero El Niño (Icen) para el diagnóstico de este evento en el Perú, tras un monitoreo mensual de las anomalías de la temperatura del mar en la zona del Niño 1+2.

“El indicador se llama el índice del Niño Costero o Icen, y las autoridades como el Enfen son las que monitorean este índice y van dando las indicaciones de cómo es que está evolucionando este [fenómeno]”, detalló.

“Estamos en la parte inicial de un calentamiento, que, esperamos, persista en los próximos meses. Y por eso el Enfen le ha puesto la alerta y ha elevado el sistema de alerta de Niño Costero”, agregó.

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Factores

La magnitud del evento puede ser débil, moderado, fuerte o extraordinario, según los tres valores máximos del Icen. Para esta ocasión, las autoridades prevén un Niño Costero de magnitudes débiles.

Entre los factores que contribuyen al desarrollo del evento, según explicaciones del Enfen, se encuentran la ocurrencia de anomalías de vientos del oeste al Pacífico oriental; estos están asociados a la alteración de los patrones de circulación atmosférica en el Pacífico Tropical oriental. También el arribo esperado de un paquete de ondas Kelvin cálidas, que se forman cerca de Indonesia (Pacífico Occidental) en una zona conocida como piscina caliente, entre marzo y mayo.

El biólogo Juan Carlos Riveros, de Oceana, complementó esta información y explicó de qué se tratan las mencionadas ondas. 

“Esa agua caliente no aparece de la nada, sino que es lo que se llama una onda Kelvin, que es una señal o un monto de agua caliente que corre del Pacífico, lo cruza por debajo del mar y cuando llega a la costa emerge y nos da ese calor", comentó. 

Estas circunstancias generarían que las temperaturas superficiales del mar del Pacífico superen los 27°C en marzo y 26°C en abril. Esto equivaldría a un aumento de entre 0,4 °C a 1,0 °C por encima del valor normal.

ENFEN está conformado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), Instituto Geofísico del Perú (IGP), Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina, Instituto del Mar Peruano (IMARPE) y el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología. Fuente: Andina

¿Cuándo se puede hablar de un Niño Costero?

Para hablar de la formación de un Niño Costero de magnitud débil, el Enfen establece que las condiciones cálidas de deben mantenerse por tres meses consecutivos; es decir, desde marzo a mayo. Por ello, el valor del Índice Costero El Niño (Icen) debe exceder un valor mayor a 0.4°C.

“Este calentamiento tiene que ser persistente, no solamente tiene que calentarse de manera temporal, sino que tiene que persistir por lo menos tres meses para poder llamarlo Niño Costero”, complementó el meteorólogo Jonathan Cárdenas a RPP Noticias.

En una conferencia de prensa, el jefe del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), Juan Manuel Paz, informó que se tiene previsto que en las condiciones sean “cálidas” en los meses de abril, mayo, junio y julio, con la posibilidad de que extienda hasta agosto.

“Tenemos una probabilidad de un 50% a 60% que las condiciones sean de magnitud cálida. Para que el comité pueda definir a un Fenómeno del Niño, tienen que pasar tres meses de condiciones del Icen, que esté más de 0.4 grados”, precisó.

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Categorías de las anomalías en las condiciones de la temperatura según el Índice Costero El Niño (ICEN). Fuente: ENFEN

Es por ello que el especialista Jonathan Cárdenas afirmó que estos datos indicarían que estamos ante la inminente llegada de un Niño Costero 2023, pero de magnitudes débiles, según el cálculo de las entidades competentes.

“Todo nos indica que este calentamiento persistirá por varios meses y eso ya nos va a dejar completamente establecidos como un Niño Costero del año 2023”, comentó.

Para Juan Carlos Riveros, las denominaciones del fenómeno climatológico son lo de menos, pues, de no declararse oficialmente, las condiciones climatológicas apuntan a que "el impacto que tienen las lluvias es de un Niño Costero". 

En tanto, la vocera del Enfen, Rina Gabriel, explicó, en una entrevista con TV Perú, que un Niño Costero de magnitudes débiles está relacionado a las temperaturas superficiales del mar; es decir, "qué tanto por encima de lo normal está". 

"No está en función de la magnitud de las lluvias o de los impactos de esta", reiteró. 

Por su parte, Riveros dijo que se habla de condiciones débiles porque "estamos en la primera fase". Acotó que la intensidad y magnitud de un Niño Costero se conoce cuando culmina, tras medir factores como la serie de tiempo, la intensidad de las lluvias y de las temperaturas. 

“No hay que confiarnos en la posibilidad de que sea débil o fuerte, incluso dentro de un evento débil puede haber zonas que, por su vulnerabilidad y exposición, reciban un impacto mucho más fuerte”, manifestó el especialista de Oceana. 

Ante este panorama, el Enfen ha cambiado el monitoreo mensual a quincenal. Se espera que el próximo 30 de marzo la entidad científica brinde un reporte actualizado, luego de que el pasado jueves 16 anunciara el cambio a estado de alerta por el Fenómeno El Niño Costero.

“Vamos a medir el calentamiento para decir que estamos en un Niño Costero, para eso está nuestro sistema de alerta donde hay evidencia e información que se evalúa, que nos da indicios que este calentamiento se desarrolle”, señaló Gabriel

¿Se esperan lluvias?

A raíz del calentamiento y según el pronóstico estacional de precipitación vigente para el trimestre abril-junio de este año, las entidades científicas estiman precipitaciones superiores a lo normal, determinadas principalmente en las zonas costa norte y centro desde el próximo mes, así como en la sierra norte y centro occidental del país.

De acuerdo con el comunicado N°03-2023 del ENFEN, en lo que resta de marzo, se mantienen las condiciones favorables para la ocurrencia de lluvias de moderada a fuerte intensidad en la costa norte y en la sierra noroccidental.

Asimismo, se tiene previsto que, en lo que queda del mes, los ríos desde Ica a Tumbes sigan manteniendo caudales con niveles de alerta ante posibles desbordes e inundaciones; mientras que las cuencas del Apurímac, Urubamba y de la vertiente del Titicaca seguirían permaneciendo con caudales por muy debajo de sus valores normales.

En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente del Senamhi, Guillermo Baigorria, explicó que, si bien las lluvias van a ser más altas de lo normal, existiría una tendencia a la baja desde mayo. “Va a seguir lloviendo, pero muy poco, a niveles normales”, aclaró.

“Las precipitaciones van a ser intensas, con grandes cantidades acumuladas; [pero] estas no van a ser masivas, van a ser muy localizadas”, complementó.

 

¿Un invierno no tan frío?

La vocera del ENFEN, Rina Gabriel, indicó que, como efecto del reciente paso del Fenómeno de la Niña, en los años 2021 y 2022, se tuvo un invierno “más frío” por el efecto del enfriamiento del mar a causa de este evento.

Sin embargo, la especialista señaló que el paso de un Niño Costero, derivado del calentamiento de la temperatura del mar, originaría un panorama contrario; es decir, se tendría un otoño y un invierno “no tan frío” como los años anteriores.

“Ahora tendríamos condiciones cálidas en el océano, que nos va a favorecer a que este invierno no sea tan frío como el anterior o como un invierno normal”, comentó.

A su turno, el meteorólogo Jonathan Cárdenas señaló que el efecto en el mar caliente generaría que el aire también adopte una temperatura similar, ocasionando que en las zonas costeras del país haya un otoño e invierno “más cálido de lo normal”.

“… el mar es como una hornilla; si tú prendes una hornilla, el aire que pasa se calienta. Entonces ese efecto en el mar caliente, el aire también va a estar caliente y la temperatura en las ciudades costeras seguramente van a estar por encima de los valores normales durante el otoño y el invierno de este año”, aseveró.

Pero el biólogo Juan Carlos Riveros opinó que la probabilidad de un invierno "menos intenso" se podría relacionar al "calentamiento sistémico" que atraviesa el planeta. "Hay una tendencia global", señaló.  

Al mencionar el estado de alerta y las mencionadas estimaciones sobre la intensidad de las precipitaciones, el exjefe del Senamhi, Patricio Valderrama, hizo énfasis en la necesidad de que las autoridades locales y regionales determinen las zonas vulnerables para mitigar los estragos de las precipitaciones: desbordes de ríos y activación de quebradas.

“Lo primero que se tiene que hacer es identificar a la población que ya fue afectada y ejecutar un plan no solo de rehabilitación, sino de reubicación porque los que han sido afectados ahora, han sido afectados en el Fenómeno del Niño Costero del 2017; probablemente van a seguir siendo afectados en el siguiente fenómeno que tengamos”, indicó.

¿Niño Costero es un ensayo a un fenómeno global?

El director científico de Oceana, Juan Carlos Riveros, recordó que mientras el El Niño Costero de 2017 se produjo luego de un fenómeno global, en la actualidad ocurriría lo contrario.

En pocas palabras, según el especialista, el eventual Niño Costero de 2023 significaría un “ensayo” de lo que sería un próximo fenómeno de magnitud global. El especialista acotó que desde mayo se tendría mejor certeza de cuándo se produciría.

“Ahora parece que la situación se va a invertir y lo que tenemos es un Niño Costero que podría ser un ensayo o un avance de lo que va a ser un Niño global el próximo año, sobre lo cual se especula bastante ahorita. Hay muy altas probabilidades, pero no se sabe con certeza si es que va a ocurrir o no. Recién vamos a saberlo desde mayo, con un poco de suerte”, precisó.

En declaraciones previas a la alerta de El Niño Costero, el presidente ejecutivo de Senamhi, Guillermo Baigorria, brindó una entrevista el pasado 11 de marzo, en la que alertó que, desde octubre de este año, se prevé la presencia del denominado Fenómeno El Niño global, que afectaría a la costa del Pacífico.

“Estamos hablando de un Niño global a escala de todo el Pacífico. Eso todavía está en proceso y la predicción irá incrementándose conforme pasa el tiempo. Por eso, tenemos que empezar a tomar acciones”, detalló.

Mientras tanto, el expresidente del Senamhi, Patricio Valderrama, explicó que una de las condiciones para que se hable de la posibilidad de tener un Fenómeno El Niño el próximo año es que el mar de nuestro litoral esté “caliente” por los menos dos o tres meses.

“El tema de este calentamiento del mar es que ya a nosotros efectivamente nos agarra el otoño y después el invierno; pero en el hemisferio norte viene la primavera y el verano”, refirió el investigador.

“Esto va a condicionar que el Pacífico Central se mantenga caliente. Si mantenemos estas condiciones para el ingreso de nuestro verano y la debilitación de nuestro Anticiclón del Pacifico, podríamos estar frente a un Fenómeno El Niño muy similar al 97, 98”, agregó.

Valderrama también dijo que, según las previsiones internacionales, el Pacífico Central y las costas pacíficas del Perú “se van a mantener calientes durante todo el año y se van a comenzar a intensificar a la entrada de nuestra primavera y al verano”.

“Esto es casi un calco de lo que se vivió el año 1997, previo al súper Fenómeno El Niño del 1998”, advirtió.


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Sergio Espinoza

Sergio Espinoza Periodista

Bachiller en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza. Especializado en la cobertura de notas policiales, internacionales y políticas. Más de cuatro años de experiencia en medios digitales.

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