Carlos Bernal, gerente de Acomipe, señaló que los incendios son poco habituales al interior de las minas y que lo ocurrido en la mina Esperanza I, en Arequipa podría tratarse de algún tipo de negligencia.
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El último viernes, cerca de la medianoche, se registró un incendio en uno de los socavones de la mina Esperanza I en el distrito de Yanaquihua, en Arequipa, lo cual acabó con la vida de 27 personas.
La empresa minera Yanaquihua S.A.C. informó en un comunicado que un total de 175 trabajadores fueron evacuados durante el siniestro, y puntualizó que "las 27 personas fallecidas pertenecían a una empresa contratista especializada en servicios mineros".
Al respecto, Carlos Bernal Pozo, gerente general de la Asociación de Contratistas Mineros del Perú (ACOMIPE), consideró poco probable que la causa del siniestro haya sido un cortocircuito, tal como informó el alcalde distrital, James Casquino Escobar.
"Es extraño porque esto es pequeña minería y las subestaciones que hay en las instalaciones sirven esencialmente para cargar baterías, locomotoras, porque es minería convencional. No debería correr tanto riesgo", sostuvo.
"La estadística histórica revela que los incendios no sobrepasan el 1% de los accidentes fatales", agregó.
Factores externos
En ese sentido, consideró que el incendio pudo haberse originado por factores externos.
"Podría ser negligencia, podríamos pensar que son otros factores extraños también. Hay mucha presión alrededor de concesiones debidamente establecidas, formales, de muchos mineros informales que hacen presión para trabajar en los alrededores o, incluso, ya están invadiendo concesiones", sostuvo.
Sobre ello, Bernal Pozo consideró que, al margen de la investigación que se viene realizando sobre los hechos en la mina, las autoridades deberían tomar acciones frente a las presiones de los mineros informales sobre empresas mineras.
"Este accidente, al margen de esto que podría ser materia de investigación (…), la realidad nos dice que está pasando esto en diferentes zonas del país. Fricciones entre empresas legales e informales, y al final tiene que haber un tipo de acuerdo para que puedan trabajar en conjunto y no se paralicen las obras", señaló.
Respecto a esos 'acuerdos' entre mineros informales y las empresas, el gerente de Acomipe dijo que se trataba de "que la producción de los pequeños mineros informales o artesanales pueda ser llevada a la planta de la compañía minera"
"De hecho, Yanaquihua, en su mismo portal, menciona que trabaja con mineros artesanales para copiar su producción", resaltó.
No obstante, Bernal indicó que informalidad no es sinónimo de ilegalidad en este caso y que la empresa minera puede convertirse en una fuente de ingresos para los mineros artesanales.
"Entiéndase que informalidad no es ilegalidad (…) La fuerza de la realidad hace que se tenga que llegar a este tipo de acuerdos, en algún momento. Lo cual apertura una modalidad en la que muchísimos informales involucrados con la actividad minera pueden tener también un sustento, pero supervisado, fiscalizado, controlado", remarcó.
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