Río Santa: ¿cuáles serían las consecuencias para la salud si se confirma la presencia de metales pesados en sus aguas?

En los últimos días, las aguas del río Tablachaca, en el distrito de Pampas, provincia de Pallasca (Áncash), se tiñeron de un inquietante color anaranjado. Según el ministro del Ambiente de Perú, Juan Carlos Castro, este fenómeno sería resultado de un relave minero causado por la minería ilegal en la zona.

La preocupación es creciente, ya que el río Tablachaca desemboca en el río Santa, una fuente vital para la costa de Áncash y la región La Libertad, utilizada tanto para la agricultura como para el consumo humano.

Mañana martes se presentarán los resultados del análisis del río Santa que confirmarán si el agua contiene metales pesados o no. De contener este tipo de metales, podría acarrear serias consecuencias para la población.

Consecuencias en la salud y el medio ambiente

Los metales pesados y los químicos presentes en el agua pueden causar daños graves al sistema nervioso central y comprometer la seguridad alimentaria de la región. Además, la contaminación del suelo y el agua podría afectar la producción agrícola y las actividades pesqueras.

Entre estos metales, se encuentran el plomo, el cadmio y el arsénico. El plomo puede causar daños al sistema nervioso central, especialmente en niños, llevando a problemas de desarrollo y aprendizaje. El cadmio está asociado con enfermedades renales y óseas, mientras que el arsénico puede provocar cáncer y enfermedades cardiovasculares. Además, químicos como el ácido sulfúrico y el cianuro, utilizados en la minería, también representan riesgos significativos para la salud.

"Hay que esperar los resultados del análisis del río Santa para determinar la magnitud del problema", señaló Berrocal. Estos resultados, que estarán disponibles mañana martes, serán clave para definir las acciones a seguir.

Remediación: un proceso largo y costoso

La contaminación del río Santa tiene graves repercusiones para el medio ambiente, además de sus efectos sobre la salud humana. Estos tienen el potencial de contaminar los suelos y las aguas circundantes. Esta contaminación puede llevar a la degradación de los suelos, haciéndolos inhóspitos para el crecimiento de plantas, y a la alteración de los ecosistemas acuáticos.

En cuanto a la respuesta a la contaminación, es esencial que las autoridades implementen medidas inmediatas. Esto incluye el suministro de agua potable mediante cisternas y agua embotellada para las comunidades afectadas. Además, en la zona contaminada, se deben instalar barreras permeables para reducir la propagación de la contaminación. 

Entre las estrategias se encuentran el uso de hongos y bacterias para detoxificar el área, así como la aplicación de plantas altoandinas que han mostrado eficacia en la biorremediación de relaves mineros. Sin embargo, estos procesos son costosos y pueden llevar entre 3 y 4 años para lograr una recuperación significativa del entorno contaminado.