Dos trabajadores de la Subregión Pacífico, entidad ejecutora del Gobierno Regional de Áncash, fueron denunciados y despedidos tras estar implicados en el intento de robo de ayuda humanitaria destinada para la damnificados de las lluvias en la provincia del Santa.
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Dos trabajadores de la Subregión Pacífico, entidad ejecutora del Gobierno Regional de Áncash, fueron denunciados y despedidos tras estar implicados en el intento de robo de ayuda humanitaria destinada para los damnificados de las intensas lluvias en la provincia del Santa, así lo informó la vicegobernadora Angelly Epifanía Chávez.
Tras detectarse este hecho, la autoridad regional presentó la denuncia ante la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Nuevo Chimbote. El intento de robo ocurrió hace una semana.
"Rechazo este tipo de actitudes de personas que estaban laborando en una institución que representa al Gobierno Regional de Áncash, donde nosotros, el gobernador y mi persona, siempre han dicho que queremos un trabajo limpio y transparente. Un trabajo que nos permite llegar al ciudadano, al poblador que realmente lo necesita. Y con estos actos pues dice todo lo contrario. Ya se hizo las denuncias", señaló la vicegobernadora Epifanía Chávez a RPP Noticias.
Un trabajador de limpieza y el chófer de la Subregión Pacífico fueron sorprendidos cuando se llevaban paquetes de ropa en la maletera de un auto particular, por lo que se procedió a su despido de la institución.
Asimismo, la vicegobernadora regional aclaró que la ayuda humanitaria que llegó a la provincia del Santa está bajo custodia del Ministerio de la Mujer y Población Vulnerables, a través del Inabif, el mismo que también se encarga de su distribución a las familias damnificadas, y el local de la Subregión Pacífico solo es un centro de acopio.
Situación en Piura
Escolares del colegio Virgen de Fátima, ubicado en el centro poblado San Francisco, del distrito de Querecotillo, en Piura, todavía no pueden ingresar a sus aulas para iniciar sus clases debido a las lluvias que cayeron el último lunes 27 de marzo. De momento, en la zona se han instalado cinco módulos que son parte del anexo del centro de estudios declarado en emergencia.
Se sabe que los módulos están instalados en un campo deportivo que prácticamente se ha convertido en un lodazal. Para poder llegar, los estudiantes son cargados por sus padres. Mientras tanto, los niños deben sacarse los calzados y dejarlos secando antes de ingresar a las aulas.
Ante esta situación, los padres de familia se han levantado desde muy temprano para colocar ladrillos y trozos de madera, a fin de que sea más accesible la zona y que finalmente los escolares puedan estudiar.
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