Áncash: aumentan los casos de uta y denuncian que no hay medicamentos

Se han confirmado un total de 12 casos de leishmaniasis, más conocida como la uta, en la provincia de Pallasca, región Áncash, informó el jefe de la Microrred de Salud de Cabana, Ferdinand Verástegui Díaz. 

Cabe señalar que esta cifra va en aumento, ya que el año pasado al cierre de marzo se reportaron entre 2 y 3 casos, según información de la autoridad regional.

El médico expresó su preocupación, ya que actualmente no cuentan con las ampollas y medicamentos para tratar la enfermedad, la cual afecta especialmente a los niños y jóvenes de los distritos de Cabana, Bolognesi y Tauca.

“Tenemos actualmente 12 casos confirmados, en lo que va del año 2024. Posiblemente tengamos de 15 a 20 casos de sospechosos por clínica. Estamos a la espera del tratamiento. Como sabemos aún no hay tratamiento a nivel nacional y estamos a la espera que próximamente según informe del Minsa estaremos contando con ese tratamiento”, dijo Ferdinand Verástegui a RPP.

Brigadas de salud para detectar más casos

Ferdinand Verástegui informó que este lunes las brigadas recorrerán el distrito de Bolognesi, incluidos los centros poblados y los caseríos, para detectar más casos de uta.

El equipo de salud advirtió que los pobladores afectados por la uta evitan ir a los centros de salud y se tratan con remedios caseros.

El personal de vigilancia de enfermedades metaxénicas y zoonosis considera que este aumento se debería al cambio climático.

 ¿Qué es la uta y cómo se transmite?

La uta o la también llamada leishmaniasis es una enfermedad causada por un protozoo parásito del género Leishmania, que cuenta con más de 20 especies diferentes.

Se transmite a los humanos por la picadura de flebótomos (insectos que se alimentan de sangre) hembra infectados. Las especies del género Lutzomyia son responsables del contagio, y en Perú también se las conoce como jején.

El doctor Elmer Huerta, especialista en salud pública, aclaró que el parásito puede vivir en animales de sangre caliente como perros o roedores, pero no en aquellos de sangre fría como las culebras o serpientes.