Se trata de la ciudadana venezolana Jorgelys Bárbara Viloria Martínez (26). Las autoridades esperan que el proceso de extradición desde Venezuela a Perú podría tardar entre seis a siete meses.
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Los agentes de la Interpol de Venezuela capturaron esta tarde a Jorgelys Bárbara Viloria Martínez (26), acusada de estar implicada en el secuestro y asesinato del odontólogo Christian Quispe Culqui, en el estado venezolano de Aragua.
Quispe Culqui fue hallado sin vida el pasado 26 de abril en un descampado en el kilómetro 31 de la Panamericana Sur.
Según la información preliminar y el testimonio de los familiares y exempleadas, Viloria Martínez – extrabajadora del consultorio del odontólogo – era pareja del dentista.
“Después de lo sucedido, nos enteramos que mi hijo tenía una relación con esa señorita. También nos hemos enterado que la señorita tenía una pareja que estaba al margen de la ley, y era por eso que [mi hijo] había sido secuestrado”, relató Lucio Quispe, padre del odontólogo.
Quispe dijo sentirse conforme con la captura de la extranjera y pidió a las autoridades agilizar los trámites de extradición.
“Esto no nos va a devolver la paz que hemos tenido cuando estábamos juntos, pero esta captura nos devuelve la tranquilidad”, comentó.
¿Cómo fue la detención?
En declaraciones a RPP Noticias, el jefe de la Interpol Lima, Carlos López, detalló que, tras la emisión de la orden de captura internacional en contra de la ciudadana venezolana, el personal de la Interpol de Caracas se acercó a la vivienda de la madre de Viloria Martínez, quien mintió a las autoridades y dijo que su hija se encontraba en Chile.
No obstante, la Policía Internacional también maneja la versión de que la investigada se alojaba en una guarida de Aragua.
La información fue confirmada cuando las autoridades capturaron a la mujer en el momento en que salía del escondite. Posteriormente, fue trasladada, bajo un fuerte resguardo, a la sede de la Interpol de Caracas.
López explicó que se prevé que un juez ordene su internamiento en un penal del país caribeño, mientras aguarda al proceso de extradición que – precisó – podría tardar entre seis a siete meses.
Cabe precisar que sobre Jorgelys Viloria pesa una orden de prisión preventiva por un plazo de nueves meses.
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