Un perro permaneció por cerca de 10 minutos en la pista de aterrizaje del Aeropuerto Jorge Chávez

Esta mañana trascendió que un perro ingresó a la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en el Callao, a más de una semana del apagón reportado en el terminal que perjudicó a miles de pasajeros y ocasionó la cancelación de más de cien vuelos.

RPP corroboró que la información es cierta y que el perro sí estuvo en la pista de aterrizaje, pero por un lapso de diez minutos, según informaron fuentes de Lima Airport Partners (LAP), concesionaria del aeropuerto.

El can estuvo exactamente a la altura de la plataforma 2 de la pista – que es el espacio donde se estacionan las aeronaves que despegan y aterrizan en nuestro país –, y fue retirado por el personal del aeropuerto que está encargado de la fauna.

Desde LAP se precisó también que la presencia del animal no interrumpió las operaciones en el principal terminal aeroportuario del país, y que se investiga cómo el animal ingresó a la pista.

“Las operaciones en el aeropuerto de vienen desarrollando con normalidad”, se lee en una publicación del Aeropuerto Jorge Chávez.

El caos en el Aeropuerto Jorge Chávez 

Más de 10 000 pasajeros de 128 vuelos no lograron aterrizar ni despegar en el aeropuerto Jorge Chávez el último domingo 2 de junio, según la Defensoría del Pueblo, porque un cortocircuito inhabilitó la iluminación de la pista de aterrizaje.

Los aviones sobrevolaron por horas, hasta que se les derivó a otros aeropuertos regionales como el de Trujillo o Pisco e internacionales como el de Quito en Ecuador o en Santiago de Chile. Pese a este caos, para el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez-Reyes se trató de un “evento fortuito”.

Y aunque aseguró que nadie generó el problema, José Luis Barrios, presidente de Corpac, empresa estatal encargada del control del tránsito aéreo en todo el país, explicó que la iluminación no funcionó a causa de un cortocircuito en el cableado subterráneo, el cual no recibe mantenimiento hace 14 años.

En su informe, la Defensoría del Pueblo señaló que Corpac no ha dado explicaciones firmes sobre las causas del cortocircuito, porque solo se deslizan hipótesis, entre ellas la presencia de roedores, la humedad y las condiciones del suelo.