Retirarnos del Pacto de San José y restablecer la pena de muerte, por ejemplo, pueden ser propuestas efectistas, pero conviene mirar con serenidad lo que ganamos y lo que perdemos si decidimos aislarnos de la comunidad internacional.
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En los últimos tiempos se han levantado voces sosteniendo que las cosas irían mejor en nuestro país si renunciáramos a convenciones internacionales y a la competencia jurisdiccional de instancias supranacionales. Esas opiniones suelen expresarse cuando nos enfrentamos a cuestionamientos que nos cuesta asumir. Es el caso notorio del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que ha dado lugar a una polémica sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte del Estado. Pero, ¿qué decir sobre los acuerdos bilaterales sobre extradiciones o la suscripción de la convención internacional sobre esta materia? El caso del expresidente Alejandro Toledo ha puesto en evidencia cuánto nos ha convenido poder contar con esa figura jurídico-administrativa, que en Europa existe desde el siglo XIV. El tema se hace relevante porque en la agenda del Consejo de ministros de hoy figuran tres extradiciones: la primera es la del feminicida Sergio Tarache, quien quemó viva a una joven de 18 años, antes de huir a Colombia. La segunda es la de la joven Pamela Cabanillas, huida a España después de que se descubriera la masiva venta fraudulenta de entradas para conciertos en Lima. En el caso de la tercera, es Estados Unidos el que reclama que entreguemos al confeso asesino Johan Van Der Slot, quien cumple condena en el Perú por el crimen de una joven el 2010. La extradición requiere de un procedimiento judicial, después del cual el gobierno debe ratificar la decisión de la Justicia. ¿Cuántos delincuentes huirían de nuestro país si supieran que no podemos hacer valer nuestros derechos para que se haga justicia, cuando los imputados se hallen en otros países? Retirarnos del Pacto de San José y restablecer la pena de muerte, por ejemplo, pueden ser propuestas efectistas, pero conviene mirar con serenidad lo que ganamos y lo que perdemos si decidimos aislarnos de la comunidad internacional.
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