Sexto ministro de Interior de Pedro Castillo, por Fernando Carvallo [COLUMNA]

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La llegada al gabinete ministerial de Mariano González parece marcar una diferencia con la mayor parte de sus colegas. González es un político experimentado que no responde a las consignas de Vladimir Cerrón y que ya ha estado en la cúpula del ministerio del Interior a comienzos del gobierno de Ollanta Humala, antes de desempeñarse como ministro de Defensa en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. A menos de doce horas de su inesperada juramentación, González estuvo en Ampliación de Noticias, donde formuló cuatro compromisos, sobre los cuales le pediremos cuentas. 1) Poner todos los medios del Estado al servicio de la captura de los prófugos de la Justicia, incluyendo al ex ministro Silva y otros allegados al presidente Castillo. 2) Perfeccionar la lucha contra el narcotráfico, asumiendo que el tráfico de drogas potencia la corrupción y fragiliza la eficiencia del Estado. 3) Respetar y hacer respetar a la Policía Nacional, promoviendo el restablecimiento de sus jerarquías y su moral. 4) Revisar la política de seguridad ciudadana, comenzando por la evaluación del largo estado de emergencia bajo el que viven las poblaciones de Lima y Callao. ¿Habrá evaluado con realismo el nuevo ministro el entramado de intereses y maniobras al que está incorporándose? ¿Está seguro de que puede confiar en las garantías que le ha ofrecido Pedro Castillo para actuar en nombre de la ley? ¿Ha previsto lo que puede significar para el régimen del que ahora forma parte que Juan Silva sea capturado y se decida a dar su versión de la corrupción impulsada desde el ministerio de Transportes? Solo nos queda, sin ingenuidad ni sectarismo, desear éxito a la nueva política de seguridad ciudadana, sin que ella sirva para encubrir las eventuales responsabilidades penales del presidente Castillo.

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