Perú contra la violencia sexual infantil [INFORME]

Diariamente, se registran en promedio 59 casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en el Perú. Según datos recopilados por los Centros de Emergencia del Ministerio de la Mujer, entre enero y septiembre de 2023, de estos casos, tres afectan a menores de entre cero y cinco años.

Según Henry Aguilera, titular de la Dirección de Niños, Niñas y Adolescentes del Ministerio de la Mujer, estas cifras no han disminuido en los últimos dos años.

“Solo en este año 2023, los centros de emergencia mujer han reportado cerca de 23 mil casos de violencia sexual para todo tipo de edad y lo que causa preocupación es que el 71 % de situaciones corresponden a niñas niños y adolescentes que son cerca de 16 mil 296 casos”, dijo.

Es necesario definir, ¿qué es violencia sexual? Según la Organización Mundial de la Salud, se trata de “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar la sexualidad de una persona mediante coacción, en cualquier ámbito, ya sea el hogar o en el trabajo”.

Según el programa Aurora del Ministerio de la Mujer, las regiones con mayor incidencia de casos de violencia sexual, de enero a setiembre de 2023, fueron Lima Metropolitana, seguida de Arequipa, La Libertad, Lima Provincias, Cusco y Junín.

La violencia sexual no es la única ejercida contra los menores. Según Henry Aguilera, la principal violencia reportada contra los menores es la psicológica, que representa el 43 % de los casos, seguida de la violencia física con el 38 %, la violencia sexual con el 18 % y la económica con el 1 % de los casos.

Deyvi Morales, representante de la Adjuntía para la Niñez y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo, revela que dentro del grupo de menores de edad víctimas de todo tipo de violencia existen subgrupos de poblaciones vulnerables afectadas

“¿Cuántas mujeres menores de edad que estando embarazadas fueron víctimas de violencia? Tenemos un total de 860 casos. También tenemos otro grupo de especial vulnerabilidad, como son la población LGTBI menor de edad, que tenemos un número de 31 casos, que registra el MIMP. También tenemos la violencia cometida contra las personas con discapacidad menores de edad, donde también se registraron un número importante de 616 casos y, por supuesto, otro grupo son las personas extranjeras menores de edad que se encuentran en el país, donde también se registra un alto número de 749 casos”, remarcó.

Cifras recopiladas por la Defensoría también revelan que existen 58 casos de trata de personas con fines de explotación sexual que involucran a menores de edad, 57 de las víctimas son mujeres y un caso implica a varón. Además, en lo que va del año, se han reportado 10 casos de femicidios en menores.

Si bien es positivo que hoy se cuente con este reporte de cifras, para Luisa Martinez, oficial de género de Unicef, es necesario identificar las características del agresor que en más del 99 % de los casos es hombre y pertenece al ámbito familiar. 

A partir de eso, según señala, se debe enfrentar esta problemática bajo tres pilares, donde el primero es erradicar la cultura machista con educación sexual con enfoque de género.

“La atención de las víctimas y sobrevivientes de niñas y adolescentes no solamente es una inversión hoy como ellas sobrevivientes, sino también es preventiva hacia su vida adulta. Ese es como el segundo pilar y el tercer pilar. Para nosotros, como Unicef, tiene que ver con este cambio cultural de normas sociales que precisamente nos ayuden a cambiar esta normalización que tenemos de la violencia”, refirió.

Si alguien conoce o es víctima de situaciones de violencia y abandono familiar, puede comunicarlo de manera gratuita a Línea 1810 (Línea Niñez), que funciona las 24 horas del día y es atendida por profesionales en Derecho, Psicología y Trabajo social. 

Además, está disponible de forma gratuita a la Línea 100, que brinda información en quechua, aimara y castellano, para las personas afectadas.

Los expertos recomiendan prestar atención a las señales y mensajes que transmiten los menores de edad, ya que ellos podrían revelar un posible hecho de violencia. También se aconseja a enseñarles a decir ‘No’ y que lo exterioricen cuando viven cualquier tipo de violencia.

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