Cuando las extorsiones rondan los paraderos [INFORME]

Cuando las extorsiones rondan los paraderos | Fuente: Andina

Actualmente el delito de extorsión se registra a nivel nacional, concentrándose más del 80% de las denuncias en Lima, La Libertad, Piura, Lambayeque y Callao, según la División de Extorsiones y Secuestros de la Policía Nacional.

En la última semana de agosto, dos conductores de las empresas de transporte público Mandarino y Uvita fueron asesinados en medio de disputas por el cobro de cupos en Lima Norte. Fueron el inicio de una ola de ataques armados contra el sector que no solo pone en riesgo a los empresarios y operadores de ese rubro sino también a los usuarios del servicio.

Imagina estar en un bus camino a casa o al trabajo cuando, de repente, escuchas disparos que rompen las ventanas. En el caos, alcanzas a ver cómo delincuentes armados amenazan al conductor, advirtiendo que matarían a un pasajero si no pagaba el monto que le exigían. 

Esa es la realidad que enfrentan muchos conductores y usuarios del transporte público en la capital. Un ejemplo es el de una madre, cobradora del Consorcio Roma, que dejó de trabajar tres días tras el ataque a un conductor que fue baleado. Según contó, la empresa suspendió temporalmente la ruta San Juan de Lurigancho - Ventanilla.

“Tenemos miedo salir a trabajar porque está en riesgo nuestra vida y nosotros tenemos familia, tenemos hijos, incluso somos padre y madre para nuestros hijos"

Esta es una de las doce empresas que han denunciado amenazas y ataques en el último mes. Ante estos hechos, surge la pregunta: ¿cómo comenzó la extorsión en el país? Los primeros casos surgieron durante la época del terrorismo, y con el tiempo, el sector de construcción civil se volvió el principal blanco de los extorsionadores.

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Hoy en día, este delito se registra a nivel nacional, concentrándose más del 80% de las denuncias en Lima, La Libertad, Piura, Lambayeque y Callao, según la División de Extorsiones y Secuestros de la Policía Nacional.

En La Libertad, al norte del país, los casos de extorsión se hicieron evidentes cuando aparecieron calcomanías con símbolos de bandas criminales en vehículos de transporte, señal de que pagaban cupos. Con más de 1.7 millones de habitantes, es la segunda región con más casos a nivel nacional, registrando 2939 denuncias entre enero y julio de este año, según la Policía.

El Comandante General de la Policía, general Víctor Zanabria, señala que la informalidad en el sector es una de las causas del aumento de estos delitos. Por su parte, Frank Casas, especialista en seguridad ciudadana, cree que el incremento también podría estar relacionado con la incapacidad de las víctimas para seguir pagando los montos exigidos, debido a la crisis económica del país.

“El delito no es nuevo, pero quizás lo que sí está cambiando. Es que hoy en día los peruanos ya no nos vemos, digamos con recursos como para seguir siendo presionados o manipulados por los extorsionadores y muchos han decidido ya no pagar. Tendríamos que pensar un poco más en ese sentido empezar a plantear políticas de inclusión financiera, inclusión económicas también es muy importante porque también ayudaría un poco a poder solventar cosas que probablemente en un futuro puedan agudizarse, ¿no? empezar a tomar acción con sus propias manos para defenderse de los victimarios de los extorsionadores”.

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Casas Sulca destaca que el movimiento económico generado por las empresas resulta atractivo para los extorsionadores. En la capital, hay 470 empresas formales en este sector, y más del 50% han sido víctimas de extorsión, según la Asociación Nacional de Integración de Transportistas.

Para estimar la cantidad de dinero que puede obtener una banda criminal, un consorcio de transporte puede operar alrededor de 100 buses, y se estima que los delincuentes exigen hasta 10 soles diarios por cada vehículo, lo que equivale a 365 mil soles al año en pagos hechos solo de una empresa a las bandas criminales.

Los extorsionadores también demandan pagos elevados. Un caso es la empresa Corazón de Jesús de San Diego, cuyas unidades fueron baleadas tras negarse a pagar 30 mil soles, según contó uno de los conductores.

“La inseguridad que sucede en el paradero, ya viene desde hace 15 días en la empresa Corazón de Jesús, porque en otras empresas alrededor ya está sucediendo. ¿Cómo empezaron esos ataques o amenazas? amenazas telefónicas al gerente. ¿qué le indican? el pago de 30 mil o pago contra su vida”.

La policía ha identificado a la banda liderada por Miguel Ángel Marín Morón, alias 'Loco Marín', y Erick Luis Moreno Hernández, alias 'Monstruo', como responsables de extorsiones en el transporte público y del asesinato de dos conductores en Lima Norte. Sin embargo, no son los únicos involucrados en estos crímenes.

El gobierno ha implementado varias medidas para combatir la extorsión, como operativos especiales y la creación de la línea 111, exclusiva para denunciar estos delitos. Además, se formó un equipo especial de la policía encargado de investigar y recopilar denuncias de extorsión.

Si bien estos acuerdos se han adoptado tras las reuniones entre las autoridades y diferentes gremios de transporte, los casos de extorsión no han cesado, situación que ha invadido de temor de los conductores que en su mayoría han decidido dejar trabajar a cambio de su integridad.

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Soy reportera en la sección de Actualidad, con una licenciatura en Ciencias de la Comunicación y un diplomado en Gestión Empresarial e Innovación obtenido en la Universidad del Pacífico.

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