Puesto que la inversión pública desciende desde hace cinco meses, necesitamos un Estado decidido a cerrar brechas de infraestructura y no solo a utilizar el dinero público en bonos y gasto corriente.
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La Constitución establece que el primer ministro solicite la confianza del Congreso después de exponer la política general de su gabinete. Aníbal Torres leyó durante más de dos horas un discurso que llevaba como título “Consensos por nuestro pueblo”. Pero la reacción de la opinión pública ha mostrado poco interés en las eventuales propuestas y orientaciones de ese discurso. La razón es que la manera como nuestra clase política entiende su deber se concentra en el combate contra el adversario: interpelaciones, censuras y vacancias ocupan todo el espacio, y algunos anuncian incluso que para conseguirlas tendremos que pagar un precio “en sangre, muertos y heridos”. La hiperpolarización suele ser inevitable cuando, como en el Perú desde el 2016, la sospecha se vuelve generalizada y muchas ambiciones se reducen al enriquecimiento personal aprovechando la función pública.
La desdicha de la hiperpolarización permanente es que suele terminar eliminando a la vez a los dos contrincantes, como sucedió entre el ex presidente Martín Vizcarra y el por entonces presidente del Congreso, Manuel Merino. Pero además del germen de autodestrucción, la hiperpolarización impide fijarse objetivos de gestión pública que no se reduzcan al combate contra el adversario. En ese sentido, el discurso de política general no ha aportado mucho. Algunos lo elogian por lo que no dijo: ni asamblea constituyente, ni expropiaciones ni cambios buscos de régimen tributario. Pero no ha marcado un rumbo ni anunciado prioridades que deban ser ejecutadas por los ministerios. Puesto que la inversión pública desciende desde hace cinco meses, necesitamos un Estado decidido a cerrar brechas de infraestructura y no solo a utilizar el dinero público en bonos y gasto corriente. Las querellas son inevitables, pero la gestión pública eficiente debería serlo también.
Las cosas como son
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