Los microbuses, omnibuses y combis tienen una vida útil de 15 años. Pese a ello, actualmente circulan buses con más de 30 años de antigüedad en las calles de Lima y el Callao y el MTC, a pedido de la ATU, alargó su vigencia incluso hasta el 2027. ¿Qué motivos hay detrás y por qué aún no tenemos una verdadera reforma de transporte?
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Más de 3,600 vehículos de transporte, entre combis y cústers, que superan los 15 años de antigüedad, iban a salir de circulación este 2024; sin embargo, a partir de un pedido que hizo la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), el Ministerio de Transportes autorizó que se amplíe su vigencia hasta el 2025 y 2027, dependiendo de la fecha de fabricación de cada vehículo.
Pese a que la reforma de transporte, que inició en la capital en el 2014, buscaba que en el tiempo se retire a la mayor cantidad de buses con baja capacidad de pasajeros -como las combis y cústers- esto aún avanza de forma lenta y no ha sido realmente efectivo, consideran expertos consultados por RPP Data. ¿A qué se debe y cómo afecta a los ciudadanos?
Limeños pierden 157 horas al año por el tráfico
En el 2023, Lima se convirtió en la quinta ciudad con más tráfico en el mundo, de acuerdo a un ránking realizado por la compañía holandesa Tom Tom en 55 países. La data también indica que los limeños pierden 157 horas al año debido a la congestión.
Para Cynthia Yamamoto, cofundadora de la Asociación Peruanos de a Pie, el problema de transporte que tenemos viene desde hace veinte años. “Estos vehículos [combis y cústers], al ser de baja ocupación, se traducen en una mayor cantidad de viajes, contaminación, ruido y accidentes. Esto hace que el sistema no sea eficiente”, sostiene.
Las combis o 'camionetas rurales', como se les denomina oficialmente, tienen una capacidad de solo 12 a 16 pasajeros, mientras que el microbús [cúster] puede trasladar de 25 a 32 personas, según el Ministerio de Transportes. Los ómnibus tienen capacidad para albergar de 33 a 54 pasajeros; es decir, tres veces la capacidad de una combi, lo que contribuye a reducir el tráfico en la ciudad.
“Muy pocas empresas han logrado renovar su flota, la mayoría siguen siendo empresas afiliadoras que viven de la renta de la ruta. Necesitamos buses de más de 9 metros y los transportistas actuales no los pueden conseguir”, advierte el abogado experto en transporte y presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia.
A esto se agrega el riesgo que implican este tipo de vehículos para la seguridad vial. Casi siete mil combis y cinco mil cústers estuvieron involucradas en accidentes o siniestros de tránsito el año pasado, según cifras del Observatorio Nacional de Seguridad Vial revisadas por RPP Data.
Incluso existen empresas como Holding Real Express (Callao - Villa María del Triunfo) cuyos vehículos cometieron 1414 infracciones en el 2023. Le sigue la empresa CTI Corporación S. A. C. (Pachacámac - La Punta) con 438 faltas, Comunicación Integral Turismo e Inversiones Urano Tours S. A. (Ate – Chosica) con 296, Empresa de Transportes Señor del Mar S. A. (La Molina - La Punta) con 290 y la Empresa de Transportes Miraflores S. A. (Miraflores – Ate) con 218, de acuerdo a un reporte de la ATU.
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Se necesita renovar la flota de vehículos
Con estas cifras, la pregunta obligatoria es: ¿por qué la ATU solicitó que se les extienda el periodo de vigencia a estos vehículos? En conversación con RPP Data, la entidad adscrita al Ministerio de Transportes aseguró que el pedido fue para no desabastecer de transporte público a la ciudad, ya que "los tres fabricantes de vehículos de ese tipo solo pueden ensamblar 700 al año" y se necesitaba reemplazar más de 3,600 que iban a ser retirados.
"Esta es una etapa de transición (...) Si bien, vamos a continuar viendo algunos vehículos antiguos, estos tienen que pasar por una revisión técnica ya no anual, si no cada cuatro meses. Si es desaprobatoria será deshabilitado y deberá salir del parque automotor. Parte de las acciones de fiscalización [de la ATU] será vigilar que esto se cumpla", comenta.
En esa línea, añade que los primeros vehículos que retirarán en el 2025 serán las combis con fecha de fabricación de 1990 y 1992, mientras que las combis y cústers desde 1993 hasta el 2001 saldrán de circulación en el 2026 y el 2027.
"También tenemos medidas a mediano y largo plazo como la ejecución del próximo Plan Regulador de Rutas que va a dar la foto de cómo quedará distribuida Lima y Callao. Se están considerando nuevas rutas y retirando otras donde hay superposición [de vehículos], además de los incentivos para que las empresas puedan invertir", agrega el vocero.
Como política pública esto genera un llamado a la reflexión, sostiene Cynthia Yamamoto, cofundadora de Peruanos de a Pie. "Se necesita de inversión pública privada regulada que nos permita tener un servicio de transporte público de calidad (...) Tenemos situaciones de otras ciudades donde ya apuestan por la electromovilidad y acá simplemente seguimos autorizando unidades que ya deberían estar fuera del parque automotor", agrega.
Reforma de transporte en la cuerda floja
Desde hace algunos años, la reforma del transporte ha sido atacada desde diversos frentes como el Congreso de la República que, en 2020, intentó ampliar el permiso para que las combis operen hasta por diez años más.
A esto se le suma que en marzo de este año el corredor morado paralizó sus operaciones en la capital por dos días afectando a 100 mil usuarios de transporte. Esto debido a la deuda de 300 millones de soles que, según afirman, el Estado aún no les paga. El corredor rojo y el azul, que movilizan a otras 200 mil personas, advirtieron que dejarían de operar si no se solucionaba el tema.
Para Quispe Candia es necesaria la voluntad política para no dejar morir la reforma de transporte. "El Ministerio de Transportes tiene la obligación de apoyar a la ATU para la implementación del sistema integrado. Ahora [las combis] tienen plazo hasta el 2027, pero los vehículos no pueden circular hasta los 40 años", indica,
En esa línea, sugiere que una de las alternativas para garantizar que las empresas puedan invertir en nuevos vehículos es una asociación público privada. "Por ejemplo, digamos que necesitamos 15 mil buses... El Estado y el privado [puede ser una o varias marcas] compran 10 mil y dejan un espacio de cinco mil para que ingresen los buses de transporte tradicional y que están en condiciones de calidad", postula.
Se hace cada vez más evidente que, para tener un buen sistema de transporte, no son suficientes las medidas a corto plazo. Se necesita de estabilidad en las decisiones políticas para salvar una reforma de transporte que nunca se llegó a implementar en su totalidad.
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